Lewis Hamilton tiene las matemáticas, las apuestas y la estadística a su favor para proclamarse en el GP de Estados Unidos campeón del mundo de Fórmula 1 por sexta vez. Al británico sólo le puede evitar el alirón su propio compañero Valtteri Bottas, si bien el finlandés necesita prácticamente un milagro.

Las cuentas son relativamente sencillas. Hamilton le saca a Bottas 73 puntos y hay 78 en juego, por lo que con sumar cinco puntos más en las tres carreras que quedan, le sirve.

Esto implica que a Bottas sólo le sirve ganar en Austin para mantener vivas sus opciones, siempre que Hamilton no sea al menos 8º o 9º si hace la vuelta rápida. Cualquier otro resultado haría campeón al británico.

La historia está a favor de Hamilton. El Circuito de las Américas es uno de sus trazados predilectos: de siete carreras disputadas aquí, Hamilton ha ganado cinco. En las otras dos fue 4º (2013) y 3º (2018), ambos resultados que le darían el título este domingo.

Mirando sólo este año, Hamilton sería campeón si se repite cualquier resultado de esta temporada. Sólo una vez acabó por detrás del octavo puesto, cuando fue 9º en Alemania y en aquella carrera abandonó Bottas.