Parecía que iba a ser una noche plácida para el Barça cuando Messi marcó cuando el reloj apenas superaba los dos minutos, pero en la Champions nadie regala nada en su estadio y el Slavia vendió muy cara su derrota. Al final, los culés se llevaron una sufrida victoria (1-2) cuyos tres puntos son fundamentales.

Un error de infantiles en la salida de balón de los checos hizo que el marcador se estrenara muy pronto. Apenas tuvo que presionar un poco Messi para robar, le cedió el balón a Arthur, el brasileño se lo devolvió al argentino con una comodidad sorprendente y Leo solo tuvo que empujar con delicadeza el balón al fondo de la red para abrir el marcador.

Pues sí, parecía que iba a ser un partido cómodo, pero nada más lejos de la realidad. El Slavia se rehízo hasta convertir a Ter Stegen en el héroe de la noche. Un día más en la oficina para el alemán.

A los 20 minutos llegó la primera intervención de mérito del arquero, que sacó la pierna para evitar el gol de Sevcík. Minutos después se lucio ante Masopust y a continuación la más difícil, una palomita a mano cambiada tras un remate de Olayinka.

Pese a una buena ocasión de Frenkie De Jong, el dominio era local y en un fallo de Piqué en el descuento casi logra el empateMasopust de nuevo, pero el balón se perdió pegado al palo, Sin duda, la victoria era un magnífico resultado y, por qué no decirlo, bastante injusto ante las ocasiones de ambos.

El panorama no cambió tras el descanso y sucedió lo más lógico, el empate del Slavia. Masopust le puso el balón en el área a Boril y su remate raso y ajustado al palo batió a un Ter Stegen que esta vez sí que no pudo hacer nada.

El Barça tenía que reaccionar y lo hizo con una jugada de fortuna.En una falta lateral botada por Messi, Olayinka erró al despejar, le dejó el balón a Suárez, el uruguayo chutó sin ángulo y el balón golpeó de nuevo en Olayinka para poner el segundo culé en una jugada surrealista.

El intercambio de golpes favoreció a los de Valverde, conscientes de que si no espabilaban se les podían escapar los tres puntos. Así, el mando del partido cambió y el dominio y las ocasiones pasaron a ser azulgranas. La tuvo Luis Súarez clarísima, pero el uruguayo sigue gafado de cara al gol fuera de casa en la Champions, y después la tuvo Messi, que llegó muy forzado a un balón ya en el área pequeña y no pudo picar el balón como deseaba.

El partido llegó a los minutos finales muy abierto y el Slavia se acercó con peligro en un par de ocasiones, pero el Barça aguantó e incluso pudo ampliar el resultado a la contra con una acción de Messi.

Mientras, en el otro partido, el Inter de Milán superó al Borussia Dortmund (2-0) gracias a los goles de Lautaro Martínez y Candreva, un resultado que aprieta el grupo. Se queda el Barça con 7 puntos y alemanes e italianos con 4. Hacer el pleno ante los checos (el próximo partido culé es en el Camp Nou ante el Slavia) se antoja como clave para llegar con margen de error ante los dos duros enfrentamientos finales.