No obstante, la ausencia de viento en las primeras horas de la mañana está facilitando las tareas, según ha informado el Gobierno de Aragón en una nota de prensa.

La noche ha transcurrido tranquila. Tres cuadrillas terrestres y tres autobombas han realizado labores de vigilancia y liquidación y ya han sido relevadas por un dispositivo similar, que será el que se mantendrá a lo largo del día.

Han humeado algunos árboles secos de grandes dimensiones en el interior de la zona quemada, pero en general está segura, han apuntado las mismas fuentes.

Asimismo, han indicado que si en algún momento fuera necesario el apoyo de medios aéreos, lo realizaría el helicóptero de la base de Bailo, que se encuentra a diez minutos.

El fuego se consideró estabilizado esta lunes por la tarde y hasta ahora han ardido más de 130 hectáreas, 15 de ellas agrícolas y el resto forestales. De estas últimas, cien corresponden a montes de utilidad pública. Toda la superficie quemada se encuentran en un espacio natural protegido, el Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel.