El humor siempre ayudó a Elizabeth Taylor a sobrellevar una vida intensa y tormentosa marcada por ocho bodas, una salud irregular y ocasionales episodios de adicciones. "El humor es el único modo de seguir viviendo", era una de las máximas de la actriz, que ésta dejó perpetuada en su perfil de la red social de Twitter.

Pero mucho antes de que la actriz conociera las nuevas tecnologías, las entrevistas que le hicieron y los miles de veces que habló en público dejaron decenas de frases que han pasado a la posteridad y que perfilan el carácter de esta mítica intérprete.

Con siete maridos y ocho bodas a sus espaldas, lo primero que hay que saber de Elizabeth Taylor es que era una mujer pasional. De hecho, sobre sus constantes bodas, la actriz dijo "¿qué esperas que haga? ¿dormir sola?". Ella misma reconocía así que su guía eran las emociones:  "Estoy gobernada por mis pasiones".

"Las ideas mueven el mundo sólo si antes se han transformado en sentimientos" dijo Taylor, reforzando su imagen de mujer entregada a las emociones.

Pero también fue una mujer metida de lleno en el mundo del cine, en unos años en los que Hollywood no era un lugar sencillo. Su inocencia quedó por el camino: "Me caí de la nube de color rosa con un ruido sordo", dijo. Y es que ella tenía "cuerpo de mujer y las emociones de un niño".

Eso sí, era una mujer capaz de todo, llena de arrojo y valor. "Me siento muy aventurera. Hay muchas puertas que abrir, y yo no tengo miedo de mirar detrás de ellas", aseguró en una ocasión. "Yo soy una sobreviviente; un ejemplo vivo de lo que la gente puede pasar y sobrevivir".

Y es que la actriz pasó por muchos momentos escabrosos, que superó junto a sus incondicionales. "Reconoces quiénes son tus amigos de verdad cuando protagonizas un escándalo", aseguraba. Entre esos escándalos estuvieron algunos relacionados con las adicciones. Taylor tenía una idea clara sobre eso: "El problema con la gente que no tiene vicios, es que por lo general puedes estar bastante seguro de que tienen algunas virtudes muy molestas".

Elizabeth Taylor también tuvo sus momentos frívolos o divertidos, según se quiera mirar. Por ejemplo, cuando daba consejos de belleza como éste: "Para adelgazar no hay nada como comer caviar sin pan y beber champán sin burbujas". Elizabeth Taylor era una mujer envidiada, pero nunca se dejó engañar por el lujo y la fama: "Cuando la gente me dice que lo tengo todo, siempre tengo una respuesta: no he tenido mañana".