Tropas de Gadafi cercan Ajdabiya mientras el G8 no acuerda como lograr que abandone el poder

Un trabajador bengalí que huyó de Libia recoge su pasaporte en el campamento de refugiados levantado por ACNUR cerca de Ras el Jedir, Túnez.
Un trabajador bengalí que huyó de Libia recoge su pasaporte en el campamento de refugiados levantado por ACNUR cerca de Ras el Jedir, Túnez.
EFE
Un trabajador bengalí que huyó de Libia recoge su pasaporte en el campamento de refugiados levantado por ACNUR cerca de Ras el Jedir, Túnez.

Las tropas de Muamar el Gadafi consiguieron este martes cercar la ciudad de Ajdabiya, a 160 kilómetros de Bengasi, un enclave estratégico para poder aislar la zona controlada por los rebeldes de su conexión con el exterior y sitiar su principal bastión en la segunda urbe del país.

El bombardeo de los aviones de Gadafi, apoyado por el lanzamiento de obuses desde barcos de guerra situados frente a las costas de Ajdabiya, permitió que las fuerzas terrestres se aproximasen a la ciudad y la sometiesen a un intenso fuego de artillería pesada, según la cadena qatarí Al Yazira.

Las tropas del régimen de Trípoli lograron acceder a algunos barrios periféricos de la ciudad y controlan ya su zona oriental y occidental, mientras que los rebeldes se han replegado hacia el centro urbano, según un corresponsal de la cadena qatarí.

En medio de informaciones contradictorias sobre la suerte de la ciudad, Fathi Terbel, miembro del Consejo Nacional Transitorio (CNT), órgano dirigente de los rebeldes, aseguró que la ciudad permanece todavía bajo su control.

El dirigente rebelde aseguró que la situación en Bengasi era de "calma total" y afirmó que dos aviones insurgentes bombardearon tres buques de guerra de Gadafi, hundiendo a dos ellos y alcanzando a otro.

Bombardeos a los rebeldes

Dos batallones de las tropas leales a Gadafi avanzaron sobre Briga, mientras que aviones de las fuerzas aéreas bombardearon posiciones rebeldes y gasolineras en la carretera que le une a Ajdabiya, según el corresponsal en esta última ciudad de Al Yazira, que añadió que los insurgentes respondieron con baterías antiaéreas.

Al menos un rebelde resultó muerto y otros cinco heridos en esos bombardeos, de acuerdo con la misma fuente, que afirmó además que cinco vehículos civiles fueron alcanzados en los bombardeos de primeras horas de esta mañana en Ajdabiya y que todos sus ocupantes murieron.

El periodista aseveró que varias ambulancias intentaron llegar al lugar atacado por la aviación de Gadafi pero no lo consiguieron debido a la violencia y la intensidad de los bombardeos.

Asimismo, señaló que la víspera del ataque varios aviones lanzaron octavillas instando a los habitantes de Ajdabiya a apoyarles y a no sumarse "a las filas de los terroristas".

"Venimos a liberaros de ellos y buscaremos a las ratas casa por casa", decían los panfletos lanzados desde el aire.

El control de Ajdabiya es clave para la evolución del conflicto, ya que esta ciudad conecta directamente por carretera con Tobruk, cerca de la frontera con Egipto, lo que permitiría a las fuerzas de Gadafi cercar a los rebeldes y dejarles bloqueados en la zona alrededor de Bengasi sin posibilidad de suministro

G8: Sin decisiones concretas

Mientras prosiguen los bombardeos en Libia, el G8 cerró su cumbre ministerial de Exteriores con un acuerdo sobre la necesidad de incrementar las presiones para incitar la salida del líder libio Muamar al Gadafi, pero sin ninguna decisión concreta sobre cómo lograr que abandone el poder.

Los representantes de Francia, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia se mostraron cautos en la toma de cualquier acción sin el consentimiento del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, de la Liga Árabe y de los países de la región, y se limitaron a mostrar su apoyo a las reivindicaciones del pueblo libio.

"Los ministros han pedido a Gadafi el respeto de las legítimas reivindicaciones de la población, de la libertad de expresión y de una forma representativa de Gobierno, y le han advertido de las dramáticas consecuencias de una negativa por su parte", según la declaración final.

En ese comunicado subrayaron la importancia de la participación regional en los esfuerzos por apoyar al pueblo libio, y mostraron su acuerdo en que el Consejo de Seguridad "incremente la presión para incitar la salida de Gadafi, incluyendo medidas económicas".

El titular galo de Exteriores, Alain Juppé, destacó que este encuentro se ha mantenido en un momento marcado por "cambios históricos" en el mundo árabe, sobre los que mostró la disposición del G8 para "ayudar a las transiciones democráticas pacíficas y a redinamizar su cooperación con los países de la región".

"En particular, si Egipto y Túnez lo desean, se está dispuesto a asistirles principalmente en la organización rápida y el seguimiento de procesos electorales justos, democráticos y transparentes", así como en la gestión de "los desafíos económicos y sociales" de la zona.

Obama busca "apretar la soga"

Por su parte, el presidente de EE UU, Barack Obama, que se ha reunido con el primer ministro danés, Lars Lokke Rasmussen, dentro de sus contactos con líderes sobre la crisis en Libia, busca "apretar la soga" en torno a Gadafi.

En declaraciones tras la reunión en el Despacho Oval, Obama indicó que "ambos compartimos la opinión de que Gadafi ha perdido legitimidad y que debe marcharse, y que como comunidad internacional debemos hablar con firmeza contra cualquier violencia dirigida contra los civiles".

Para ello, agregó, "seguiremos coordinándonos estrechamente" en los foros internacionales "para examinar cada opción disponible para lograr un mejor resultado para el pueblo libio".

"Es importante que la sociedad internacional examine todas las opciones para proteger al pueblo libio", destacó por su parte el primer ministro danés.

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