El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha ordenado el ingreso en prisión incondicional de los tres presuntos etarras que faltaban por interrogar de los cuatro detenidos el pasado martes en Vizcaya, al imputarles los delitos de integración en banda armada, tenencia de explosivos y falsificación.

Así lo han confirmado fuentes jurídicas, que han señalado que se trata de Lorena López (novia de Daniel Pastor, al que el juez ya mandó ayer a prisión), Íñigo Zapirain y Beatriz Etxebarria.

Durante su interrogatorio, Iñigo Zapirain ha reconocido ante el magistrado uno por uno los 16 atentados que presuntamente cometió este comando, denominado 'Otazua', incluidos los asesinatos del policía Eduardo Puelles y del militar Luis Conde de la Cruz.

Numerosos efectos relacionan a los cuatro presuntos etarras con los atentados que se les imputan, entre ellos una carpeta de cartón y un plano con anotaciones que les vinculan directamente con el perpetrado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos en julio de 2009.

Así lo detalla el auto en el que el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska. El juez explica, en este sentido, que "es significativa la presencia", en el domicilio de Pastor y López, "de una carpeta de cartón marrón de la copistería Calleja, sita en la Avenida del Cid Campeador número 31 de Burgos", establecimiento que "se encuentra a muy poca distancia del lugar de colocación de la furgoneta-bomba, en la cercana calle Jerez, a escasos mil metros".

Además, en la vivienda que ocupaban Zapirain y Etxebarria "fue incautado un plano callejero de la ciudad de Burgos" con la anotación manuscrita Sanfran/Yagüe en tinta azul, que "a todas luces, se corresponde con la intersección de la calle San Francisco con el Hospital General Yagüe, en Burgos, lugar distante poco más de trescientos metros" del sitio donde se aparcó la furgoneta-bomba.

El auto recuerda que el atentado, cometido el 29 de julio de 2009, dejó "más de sesenta heridos" y causó "cuantiosos daños materiales". Pero en los registros practicados por la Guardia Civil se intervinieron otros efectos que vinculan a los detenidos con más atentados.

Así, el juez considera que la cizalla encontrada en casa de Pastor fue "con toda probabilidad" la empleada por el comando para cortar la valla perimetral que impedía el acceso a los repetidores de Guriezo (Cantabria), el monte Arnotegi (Vizcaya) y La Población (Navarra), en los que ETA colocó artefactos explosivos en abril de 2008, en noviembre de ese mismo año y en mayo de 2009.

Grande-Marlaska añade, además, que los autores de los atentados contra los repetidores colocaron "carteles avisadores de la existencia de artefactos explosivos", aunque no se trataba de "ningún intento de alertar a posibles víctimas", ya que las bombas estaban diseñadas para herir o matar a los encargados de desactivarlas.

"Sin embargo, estos carteles sirven desde luego como marca indicativa de dichas acciones", y relacionan a los detenidos con las mismas, ya que en el domicilio de Zapirain y Beatriz se han encontrado cartulinas de color azul claro "de idénticas características", incluido el tipo de letra, al colocado en La Población.

En el caso de Guriezo, los etarras dejaron un cartel con una pegatina de ETA, igual al que "preparado para su uso (con la pegatina ya adherida) fue incautado en el domicilio" de Pastor y López.

En las viviendas de los cuatro detenidos se han intervenido también, y "en gran cantidad", bridas plásticas blancas como las que sujetaban los citados carteles o negras como las que llevaba la bomba-lapa -que no llegó a explotar- adosada el 16 de septiembre de 2008 a un policía en Zorroza (Vizcaya).