Los presidentes venezolano, Hugo Chávez, y ruso, Dmitri Medvédev, extendieron este viernes la cooperación bilateral hasta la energía nuclear, con el plan de construcción de una planta atómica en Venezuela, y hasta el banano, en cuyos cultivos invertirá Rusia, en una jornada en la que Chávez regaló hasta chocolate a su homólogo ruso en plena rueda de prensa.

"No se quién se estremecerá", dijo el presidente venezolano. "Nuestros propósitos son limpios y transparentes", añadió Medvédev al comentar el Acuerdo Intergubernamental suscrito este viernes para la cooperación en el desarrollo de la energía nuclear, que prevé, aunque vagamente y sin plazos, la construcción de una planta atómica de 500 megavatios de potencia en Venezuela.

"Para nosotros la energía atómica es vital", subrayó Chávez, quien no ocultó su entusiasmo por el proyecto y hasta recordó que su país fue el primero en América del Sur que en la década del 50 tuvo en su territorio un reactor nuclear.

Además, Rusia está dispuesta a invertir centenares de millones de dólares en la agricultura y, en particular, en el cultivo del banano. Ninguna de las partes dio detalles de este proyecto, pero una mención de Medvédev apunta a que será de gran envergadura: ya en la primera etapa, dijo, creará 20.000 puestos de trabajo.

Chávez incluso regaló a Medvédev chocolate, mermelada y cacao venezolanos en plena rueda de prensa en el Kremlin. "Yo le traje al presidente Medvédev chocolate de Venezuela, el mejor chocolate del mundo, y mermelada de plátano", dijo Chávez mientras sacaba de una bolsa una selección de productos de su país.

Ante la atónita mirada de ministros y periodistas que se congregaban en la histórica sala de Malaquita, Chávez agregó: "Y también cacao, mira, polvo de cacao".

Novena cumbre ruso-venezolana

Esta cumbre ruso-venezolana, la novena que celebra Chávez a quien el jefe del Kremlin calificó de "huésped frecuente", fue quizás la primera en la que la cooperación militar y el suministro de armamentos rusos a Caracas no centró la atención.

No obstante, según Medvédev, la cooperación militar "no ha disminuido sus revoluciones" y mantiene su envergadura. Rusia continuará su expansión en el sector petrolero venezolano con la adquisición de los activos de la British Petroleum, que con el beneplácito del Gobierno venezolano serán adquiridos por la petrolera rusa TNK-BP.

Rusia también comprará a Venezuela su 50% de las acciones de la empresa Ruhr Oil, haciéndose así con refinerías en el corazón de Alemania y de Europa. Las partes suscribieron incluso un acuerdo para crear una empresa mixta que se encargará del transporte marino de petróleo.

También se acordó la cooperación en la extracción de gas desde grandes profundidades, en particular en la zona del lago Maracaibo, y la extensión a nuevas zonas de las labores de prospección que realiza el consorcio ruso Gazprom lleva a cabo en Venezuela.