BIO Madrileño de 25 años, a los 15 se independizó y trabajó de camarero y albañil. Estudió interpretación y debutó en Un paso adelante. Se le relacionó con Chenoa.

La serie fue lo último. Primero, llegó Segundo asalto y, luego, Una rosa de Francia.

¿Todos estos trabajos le han ayudado a conseguir otros?

De momento, no. Hay cositas por ahí, pero todavía no son seguras.

¿Cree que la televisión es una plataforma para los actores jóvenes?

La plataforma principal es hacer bien tu trabajo, sea éste el que sea.

¿Se tuvo que poner en forma para hacer de boxeador en Segundo asalto o ya lo estaba?

No. Me aburre tremendamente tener que ir al gimnasio. Para la película me tuve que preparar porque no tenía ese físico.

Y después del rodaje, ¿sigue cuidándose?

¡Qué va! Al acabar el rodaje engordé diez kilos y luego he vuelto a perderlos.

¿Volvería a hacer televisión? ¿En qué serie le gustaría trabajar?

En Vientos de agua.

Le tira más el drama…

Hacer comedia es mucho más difícil.

¿Ha cambiado mucho su vida desde que es conocido?

No, tengo los amigos de siempre. Mi vida y mi forma de ser no han cambiado en nada.