El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha sufrido heridas durante uno de los disturbios causados dentro de la crisis desatada este jueves en Ecuador por las protestas de policías y militares contra una ley que ordebana recortar sus beneficios salariales. El mandatario fue llevado a un hospital de la Policía, donde estuvo "atrapado" y rodeado por manifestantes. Tras un tiroteo que duró más de media hora, fuerzas del Ejército pudieron rescatarlo y llevarlo de vuelta al palacio presidencial.

Correa se ha negado a negociar con los policías sublevados mientras le impidan salir del hospital donde lo tienen rodeado. "Olvídense de cualquier acuerdo o cualquier diálogo" mientras no pueda salir, dijo el presidente ecuatoriano en una conexión telefónica con Ecuador TV, cuya señal es emitida en todos los canales de televisión del país.

Protestas en Quito

Correa se ha visto arrastrado por una vorágine desatada por las protestas encabezadas por agentes de las fuerzas de seguridad. El conflicto comenzó por la mañana (primeras horas de la tarde en España) con el cierre del aeropuerto internacional Mariscal Sucre, de la capital de Ecuador, causado por las protestas. Unos 150 policías bloquearon la pista, impidiendo la llegada y salida de vuelos.

"El aeropuerto de Quito está suspendido. Infortunadamente un grupo de personas ha ocupado la pista", informó el alcalde de Quito, Augusto Barrera, sin querer identificar a los manifestantes.

Pero el conflicto que cercó al presidente había saltado unos momentos antes, cuando policías de tropa ocuparon las instalaciones del Regimiento Quito, uno de los mayores de la capital ecuatoriana, en contra de la eliminación de incentivos profesionales por parte de la Asamblea Nacional.

Correa se trasladó a esas instalaciones, donde afirmó que no cederá ante las presiones y para recordar a los agentes que su Gobierno es, a su juicio, el que más ha hecho por esa institución.

Durante el asalto, la periodista Susana Morán, coordinadora de elcomercio.com, se encontraba en las afueras del hospital donde estaba Correa y afirmó en su cuenta de Twitter que "las bombas lacrimógenas no cesan" y que "siguen los choques entre manifestantes y policías". Morán detallaba que la gente había prendido fuego para "aliviar los efectos de las bombas", además de apuntar que fuera del hospital había "cientos" de personas.

"Si quieren matar al presidente, mátenme"

Al dirigirse a los agentes desde la ventana de un edificio, el mandatario retó a los policías. "Señores, si quieren matar al presidente, aquí está: mátenme si si les da la gana, mátenme si tienen valor, en vez de estar en la muchedumbre, cobardemente escondidos", dijo Correa visiblemente exaltado al hablar en el Regimiento Quito.

"Si quieren tomarse los cuarteles, si quieren dejar a la ciudadanía indefensa, si quieren traicionar su misión de policías, su juramento, traiciónenlo, pero este presidente y este Gobierno seguirán haciendo lo que tiene que hacer", añadió.

"Por nosotros está en el poder Correa", gritaban, por su parte, los policías, mientras en medio de la protesta se escuchaban gritos de "vamos a la guerra civil".

Atrapado en un hospital

Correa, que acaba de ser operado de una rodilla, se hizo daño en una pierna cuando abandonaba el lugar rodeado de policías. En la confusión de esos momentos, recibió algunos golpes y se activó un bote de gas lacrimógeno.

El mandatario fue llevado entonces a un hospital de la Policía, hasta donde lo siguieron grupos de manifestantes, que rodearon el edificio. El mismo presidente ha asegurado a una emisora de radio que  se encuentra atrapado en el hospital.

El jefe de Estado dijo que tiene informes de que "están tratando de introducirse aquí a mi habitación por medio de los techos estos policías en rebelión. Si algo me pasa, la responsabilidad es de ellos, yo sólo quiero decirle que mi amor por la patria es infinito y donde esté siempre amaré a mi familia", comentó.

Grupos al "rescate" del presidente"

Varios de los policías insubordinados dispersan con gases lacrimógenos a la población que avanza en un intento por llegar hasta el hospital, donde se han congregado miles de personas para respaldar a Correa.

"Es un enfrentamiento de pueblo contra pueblo", dijo uno de los participantes en la protesta en la que se escuchan frases como "policías corruptos no se enfrenten con armas al pueblo, el pueblo viene a mano limpia".

En su camino hacia el hospital, la gente, algunos con palos y banderas, lanza gritos en respaldo a Correa y entre los manifestantes hay incluso discapacitados en silla de ruedas, niños y ancianos.