Miles de personas protestan en Londres contra la visita del Papa Benedicto XVI

Cuatro manifestantes disfrazados de monjas y del Pontífice participan en una marcha de protesta contra la visita de Estado del papa Benedicto XVI a Reino Unido.
Cuatro manifestantes disfrazados de monjas y del Pontífice participan en una marcha de protesta contra la visita de Estado del papa Benedicto XVI a Reino Unido.
AGENCIAS
Cuatro manifestantes disfrazados de monjas y del Pontífice participan en una marcha de protesta contra la visita de Estado del papa Benedicto XVI a Reino Unido.

Varios miles de personas protagonizaron este sábado una marcha de protesta, la más numerosa hasta ahora, contra la visita de Estado del papa Benedicto XVI a este país.

Los manifestantes se dirigieron desde Hyde Park, donde el Papa celebraba esta tarde una vigilia de oración, hasta Downing Street, residencia del Primer Ministro, David Cameron, que esta mañana se entrevistó con el Pontífice.

"La oposición del Papa a los condones mata a la gente", "El Papa protege a los curas pederastas" o "Si toleráis esto ahora, vuestros hijos serán los próximos" son algunas de las frases que podían leerse en las pancartas.

La marcha ha sido convocada por diferentes organizaciones, entre ellas la Asociación Humanista Británica y la Sociedad Nacional Secular, y en ella participan también víctimas de abusos sexuales de sacerdotes.

El activista de derechos humanos Peter Tatchell, que se ha destacado siempre en la defensa de los derechos de los homosexuales, criticó que se conceda al Papa estatus de jefe de Estado.

Argumentó que el Vaticano no es un Estado reconocido por las Naciones Unidas (el llamado Estado de la Ciudad del Vaticano no es miembro de la ONU, pero sí observador permanente) y ese estatus "le da inmunidad y nadie debería estar por encima de la ley".

"Vergüenza y humillación"

Tatchell no se dio por satisfecho con la homilía que pronunció este sábado Benedicto XVI en la catedral de Westminster y en la que expresó su "profundo dolor" por las víctimas de abusos sexuales y reconoció "la vergüenza y humillación" que sufre por esos pecados, que calificó de "crímenes atroces".

"El Papa sigue disculpándose por los fallos de todos los demás menos los propios. No ha admitido sus propias deficiencias y sigue sin entregar a la policía de todo el mundo los documentos que tiene sobre sacerdotes pedófilos, lo cual le convierte en cómplice", dijo Tatchell.

La británica Sue Cox que ha denunciado que sufrió este tipo de abusos con sólo diez años, afirmó por su parte que, aunque "el Papa se vuelva a Roma tranquilo, nosotros seguiremos haciendo lo posible por perseguir a los responsables de esos abusos".

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