El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha asegurado este viernes que la huelga general convocada para el próximo 29 de septiembre le da "respeto". "Respeto muchos a los sindicatos, sus opiniones y su fuerza social. Juegan un papel fundamental, aunque ahora discrepe con ellos. Entiendo que no estén de acuerdo con la reforma laboral", señaló Zapatero en una entrevista en la Cadena Ser. El presidente comentó que quiere mantener el diálogo con los sindicatos, aunque no tiene intención de cambiar la reforma laboral, que ha defendido sin tapujos.

Consensuar la reforma laboral con empresarios y sindicatos "fue imposible", comentó Zapatero por lo que, según ha explicado, "el Gobierno tuvo que actuar". Ahora, dijo el presidente, "con la reforma laboral que hemos aprobado nos encontramos más cerca de los países europeos. Con ella podremos crear empleo cuando la situación de crisis esté controlada, evitar destruir trabajos si ocurre otra crisis parecida e intentar que haya más contratos indefinidos y menos contratos temporales".

Con todo, Zapatero pidió tiempo para que los efectos de la reforma laboral poco a poco vayan cuajando. "Hay que esperar a que la reforma laboral tenga resultados", dijo. Además, lanzó una pregunta: "¿Estábamos satisfechos con el modelo laboral que estaba vigente? No creo, porque nos llevó a la tasa de desempleo más alta de la UE".

Preguntado sobre el hecho de que se recortan derechos a los trabajadores, Zapatero sacó pecho indicando que desde que está al frente del Gobierno "se han ampliado los derechos sociales y civiles". "Ha aumentado un 40% el gasto social", sentenció al mismo tiempo que insinuó que no habrá más recortes sociales como los aprobados en mayo. ¿Ha roto con sus principios? Le preguntaron. "No siento que los haya traicionado por la reforma laboral. En las medidas de ajuste, es verdad, tuve que cambiar la política, pero lo tuve que hacer por sentido de la responsabilidad".

Más formación, menos bonificaciones

Sobre si habrá cambios en las prestaciones por desempleo, "el Gobierno va a poner más énfasis a la formación que a las bonificaciones". "Es más comprensible dar más formación a los trabajadores para que tengan empleo", afirmó.

"La economía se va a recuperar. Estamos creciendo, aunque de forma débil. En general, estamos en condiciones de consolidar la recuperación", continuó Zapatero, aunque resaltó que será necesario esperar a que ese crecimiento sea fuerte. "Para ello, habrá que hacer nuevas políticas económicas", comentó.  "Todos hemos vivido en esta crisis más que nunca que las cosas pueden cambiar en 24 horas".

Zapatero también justificó los llamados 'bandazos' que a veces da su Ejecutivo sobre determinadas decisiones: "Nos dicen que el Gobierno rectifica, pero deberían dar un matiz: el Gobierno evalúa cómo va la situación y si la presión sobre la deuda se alivia o si la presión del déficit varía, podemos cambiar las decisiones. La economía es cambiante, no somos un GPS fijo".

Cambios en el Gobierno y Madrid

Con la salida de Celestino Corbacho del Ministerio de Trabajo, Zapatero aseguró que no está en sus planes "hacer una remodelación en el Gobierno". "Considero que el Gobierno tiene una gran tarea de responsabilidad económica y está preparado para ello. Cualquier cambio nos podría distraer de esa tarea", explicó el presidente.

También comentó la situación en Madrid y la reciente polémica con Tomás Gómez. "Lo que me importa de las primarias de Madrid son dos cosas: que los militantes se sientan libres votando y que gane quien gane, esté el partido unido; y que tras las primarias se pueda hacer un cambio político en Madrid".

"Tengo mis preferencias -continuó Zapatero- porque conozco más a Trinidad Jiménez que a Tomás Gómez. Trinidad tiene una gran capacidad de diálogo y de integración por lo que estoy seguro de que ocuparía un lugar destacado". E insistió sobre si su liderazgo pueda verse afectado por el resultado: "Gane quien gane será mi candidato. Gane quien gane, ganará el partido socialista". Sobre la conversación con Gómez, afirma que le comentó que "quien defiende un derecho (por presentarse a las primarias), a nadie ofende". De hecho, ha defendido el proceso en Madrid y ha expuesto como ejemplo de ello el hecho de que podría haberlas evitado y no lo ha hecho.

Presupuestos y ETA

Tocaba el tema de los Presupuestos y Zapatero indicó que el Ejecutivo negociará con PNV y el Gobierno vasco, por ejemplo, con la transferencia de las políticas activas de empleo ya que es "la única comunidad que no las tiene".

Sobre el último comunicado de ETA, el presidente del Gobierno volvió a pedir que "Batasuna condene la violencia" terrorista y que "ETA acabe para siempre, algo que no será fácil". "Lo que no cabe duda es que la política antiterrorista de este Gobierno está dando buenos resultados", sentenció. Si se produce el abandono de las armas de ETA, "el Gobierno lo primero que hará es hablar con las fuerzas políticas para dar una respuesta común".

Y negó cualquier nuevo contacto con la banda terrorista. "No sabemos cuál es la intención de ETA, que sepan que desconfiamos. En la memoria de todos los españoles está el atentado de la T-4 en pleno proceso de diálogo. Pediremos pruebas exigentes de que han dejado las armas, eso deben tenerlo claro", subrayó.

¿Seguirá en 2012?

Zapatero, como conclusión, aseguró que no se siente solo en el Gobierno. "Me siento respaldado de una forma ejemplar", dijo de forma contundente. "Estoy tomando las decisiones que España necesita, estoy asumiendo mi responsabilidad cueste lo que me cueste. Necesitamos las reformas si queremos tener una economía sólida. Nuestro partido afronta soluciones difíciles". ¿Será el candidato para las elecciones de 2012? "Tengo ánimo y fuerza", respondió pero sin confirmar si seguirá al frente del PSOE. "Estoy tranquilo, la decisión llegará cuando tenga que llegar".