Entre los liberados no se halla, sin embargo, el viceprimer ministro, Tarek Aziz, pese a los rumores en Irak sobre su posible liberación, declaró a EFE su abogado, Badia Aref.

Aref no explicó que Aziz no fue puesto en libertad, pese a que él mismo predijo que el único cristiano en el régimen de Sadam sería liberado pronto ya que no se habían fijado cargos contra su persona.

Ayash era la única mujer en el Consejo del Comando de la Revolución, principal organismo de poder durante la dictadura del derrocado presidente Sadam Husein. Azawi, por su parte, es esposa del antiguo ministro de Petróleo iraquí durante el anterior régimen, Amer Mohamed Rashid. Ambas habían sido vinculadas al supuesto arsenal de armas de destrucción de Sadam que jamás fue hallado.

También han sido puestos en libertad

Además, entre los 25 liberados se hallan responsables de los servicios secretos del antiguo Gobierno, además de figuras del partido árabe socialista "baaz", en el que el tirano cimentó su poder.

La baraja rota

Los presos políticos formaban parte de la lista de 55 altos cargos del régimen que las fuerzas estadounidenses detuvieron en los meses posteriores a la caída de Sadam.

El dictador y siete de sus colaboradores más cercanos permanecen aún en prisión, en espera de que concluya el juicio que actualmente se instruye contra ellos por crímenes en contra de la humanidad. Otros no han sido capturados y el resto están a la espera de procesamiento.

El único alto responsable del régimen de Sadam Husein que hasta la fecha había sido puesto en libertad era el ex presidente del Parlamento, el chií Saadum Hamadi. La medida de gracia tiene lugar cuatro días después de las elecciones parlamentarias que han puesto fin al proceso de transición diseñado por EEUU.

Ayer, el vicepresidente norteamericano, Dick Cheney, realizó una visita no anunciada a Irak, la primera desde que viajara al país en 1991, durante la que elogió los comicios.

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