El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Cambados, Juan Carlos Carballal, ha dejado en libertad con cargos a tres de los doce detenidos en las últimas horas acusados de pescar con explosivos, según ha informado el delegado del Gobierno en Galicia, Antón Louro.

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil detuvieron en las últimas horas a doce personas, entre marineros, patrones de embarcaciones y armadores, en los puertos de las localidades pontevedresas de Vigo y Portonovo, en el marco de una operación en la que se incautaron de 35 kilos de explosivos y 400 detonadores, que supuestamente se utilizarían para pescar especies de cerco, como la sardina, pescado de habitual consumo en la Noche de San Juan que se celebra hoy. La operación sigue abierta.

Las detenciones se efectuaron durante la tarde y la noche del martes. Según fuentes de la investigación, además de las detenciones, los agentes practicaron varios registros domiciliarios e inspeccionaron seis barcos, siguiendo las diligencias abiertas por el Juzgado de Instrucción número 2 de la localidad pontevedresa de Cambados.

Los detenidos, entre ellos el patrón mayor de la Cofradía San Francisco de Vigo, José Antonio Tizón, fueron trasladados a los calabozos de las dependencias de Guardia Civil en Vigo y Pontevedra.

Una práctica en auge

El subdirector xeral del Servizo de Gardacostas de Galicia, Lino Sexto, expresó hoy la satisfacción de este cuerpo y de la Consellería do Mar por el operativo contra el uso de explosivos y admitió que se ha detectado en la comunidad "un repunte" de esta práctica en los últimos tiempos.

El responsable de los guardacostas gallegos explicó que el uso de explosivos por parte de los profesionales del mar no es una práctica "generalizada" ni "a gran escala".

Sexto expresó su sorpresa por la implicación del patrón mayor de la cofradía olívica, José Antonio Tizón, después de haber condenado públicamente este tipo de prácticas.

Una de las hipótesis a las que aludió es que el puerto de O Berbés pretendiese usarse como "punto de parada" de los explosivos para su posterior traslado a "otro lado".

También expresó su sospecha de que los explosivos incautados procediesen de Portugal, igual que en otros casos, porque, recordó, en Galicia su manejo está "muy controlado".