La cifra oficial de muertos por los enfrentamientos de los últimos cinco días entre personas de origen kirguís y de origen uzbeko en el sur de Kirguistán ha aumentado a al menos 170, según informó este martes en un comunicado el Ministerio de Sanidad del Gobierno interino, que precisó que éste es el número de víctimas mortales que han sido registradas en hospitales.

Posteriormente, la ministra de Sanidad, Damira Niyazaliyeva, precisó que el número de fallecidos asciende a 171 y advirtió de que la cifra real podría ser mayor, ya que, por ejemplo, los cadáveres de 33 personas han sido trasladados a distintas morgues por familiares o por policías que los han recogido en la calle sin pasar por ningún hospital.

Un total de 94 personas han muerto en la provincia de Osh, en el sur del país, y 43 en la de Jalalabad, en el oeste, según la nota del Ministerio, recogida por la agencia de noticias kirguís '24.kg'. Además, un total de 1.762 personas han acudido a hospitales y centros de salud para recibir atención médica, de las cuales 826 han sido ingresadas.

Uzbekistán cierra sus fronteras

Por otro lado, Uzbekistán ha cerrado este martes su frontera a los refugiados provenientes de Kirguizistán. "No tenemos más sitio para acogerlos", declaró el viceprimer ministro uzbeko, Abdulá Arípov, al explicar la medida.

Arípov señaló que ya han sido registrados oficialmente como refugiados cerca de 45.000 ciudadanos kirguises de origen uzbeko, y precisó que esta cifra no incluye a los niños.

Kirguizistán, con una superficie de 198.500 kilómetros cuadrados, tiene un población de 5,3 millones de habitantes, de los cuales cerca del 14% son uzbekos, que residen mayoritariamente en el suroeste del país, la región afectada por la ola de violencia.