La ONG Amnistía Internacional (AI) denuncia en un informe el incremento de la represión del nuevo Gobierno iraní, el que salió de los comicios de junio de 2009, por haber detenido a más de 5.000 iraníes en protestas pacíficas. Además, muchos de ellos de ellos habrían sido víctimas, según la ONG, de torturas, violaciones y confinamientos carcelarios.
Los detenidos protestaron el nuevo Gobierno de Ahmadineyad en Irán y han sido condenados a largas penas o están siendo retenidos desde hace meses a la espera de un juicio que se dilata en el tiempo. Algunos incluso han sido condenados ya a pena de muerte.
Amnistía Internacional no tiene permiso del Gobierno iraní para entrar en el país, por lo que ha tenido que realizar su último informe con los testimonios de los familiares de los presos y con la ayuda de las ONG locales especificamente dedicadas a defender los derechos humanos.
Los detenidos
Entre los detenidos por las protestas se cuentan opositores, estudiantes, periodistas, artistas como el cineasta Ja'Far Panahi, defensores de los derechos sociales, abogados o miembros de minorías religiosas.
Los testimonios de los arrestados incluyen el relato de violaciones o palizas durante los interrogatorios. Uno de las detenidos denuncia a AI que durante su interrogatorio vio como pegaban a su hijo adolescente, mientras a él le rompían la cabeza y las costillas.
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