Las dudas sobre la recuperación económica, los ataques especulativos y las dificultadas que afrontan las economías europeas continúan acentuando la volatilidad en las Bolsas y han provocado que el Ibex-35 haya bajado un 21,06% en lo que va de año y sólo haya cerrado en positivo en marzo.

El principal índice del mercado español ha retrocedido en mayo un 10,17% (a falta del dato definitivo que se conocerá el lunes 31, último día lectivo del mes), después de haber bajado un 3,49% en abril, un 5,61% en febrero y un 8,31% en enero, y revalorizarse en marzo un 5,20%. En 2009 la Bolsa española subió un 30%, uno de los mejores registros de la década, después de haber caído un 40% en 2008, año del comienzo de la crisis.

En el miedo inversor también han influido las consecuencias de la crisis griega, la debilidad del euro y el mal comportamiento del sector sobre el parqué, mientras que las medidas de ajustes fiscales, las acciones para endurecer la regulación financiera y los remedios para reforzar la moneda común europea no han enfriado las dudas de los inversores.

Mayo ha sido ejemplo de volatilidad en el mercado español de renta variable y ni los planes de ajuste del déficit aprobados en España y en Europa han podido atemperar su evolución.

La bolsa logró este mes la mayor subida de su historia (14,43%) en una sesión -el día 10-, por la creación de un fondo de 750.000 millones para apoyar al euro, aunque cuatro días después registraba el mayor descenso del ejercicio y desde octubre de 2008, el 6,64%, por rumores que indicaban que el Banco Central Europeo había dejado de comprar deuda española e italiana.

Incidencia negativa de Grecia

La bolsa española bajó en abril el 3,49%, afectada fundamentalmente por la incidencia negativa de la crisis griega en los mercados financieros. En marzo, logró su única subida mensual en este año, al ganar un 5,20% -el primer mes de subidas desde diciembre de 2009-, gracias al acuerdo sobre el modelo de concesión de fondos a Grecia y a las buenas perspectivas de la OCDE para la economía mundial.

A pesar de esta subida, la incertidumbre sobre la evolución de la economía española y sus posibles problemas para hacer frente al pago de la deuda hizo que la bolsa española perdiera en los tres primeros meses del ejercicio el 8,95%. Enero y febrero supusieron para la Bolsa española recortes del 5,61 y el 8,31%, respectivamente.

En febrero, el mercado afrontó el ataque de los inversores y sus miedos sobre la solvencia de las finanzas públicas, mientras que en enero bajó el 8,31%, su mayor descenso mensual en once meses, afectado por la caída de la banca y las dudas sobre la recuperación económica.