Al menos seis perros han muerto envenenados en los últimos días en el parque público del Sotillo, en Palencia, según han informado este martes los dueños de los animales.

Dichas fuentes han indicado que los perros han muerto después de ingerir supuestamente cebos de carne envenenados y que habían sido dejados en el céntrico parque de la capital palentina, un lugar muy transitado por canes y sus dueños.

Según han manifestado los propietarios, se trata de una práctica que, al parecer, se ha producido en los últimos años entre los meses de primavera y verano, sin que hasta el momento las administraciones competentes hayan solucionado el problema.

Los perros atendidos por veterinarios de la capital presentaban unos síntomas similares, como convulsiones e insuficiencia respiratoria, y después morían. Los afectados no encuentran una explicación ni los intereses que conlleva el envenenamiento de estos animales, que en su mayoría son mascotas que no entrañan peligro.

Los dueños han asegurado que tienen intención de ponerse en contacto con el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) al objeto de que, como expertos, puedan rastrear la zona del parque para localizar los supuestos cebos envenenados.

Precisamente, el Seprona cuenta desde hace un mes con los servicios de una perra adiestrada para la localización de cebos envenenados en la zona norte de la provincia, después de la aparición de osos muertos en dudosas circunstancias.

Este servicio en la montaña palentina fue montado por la Guardia Civil y Joaquín Morante Martín, coordinador de la Zona Norte de Palencia del "Fondo para la Protección de Animales Salvajes (FAPAS) y guardia particular de campos, con habilitación del Ministerio del Interior.