Vidas que se cobró la montaña

  • El rescate del mallorquín Tolo Calafat se presentaba muy complicado y finalmente ha fallecido en el Annapurna.
  • El año pasado se tuvo que abandonar el rescate del alpinista oscense Óscar Pérez, que murió en el Latok II.
  • Iñaki Ochoa de Olza y Félix Iñurrategui son otros de los montañeros españoles que perdieron la vida.
Fotografía de archivo, tomada el pasado verano, del montañero Tolo Calafat durante un ascenso al Mont Blanc.
Fotografía de archivo, tomada el pasado verano, del montañero Tolo Calafat durante un ascenso al Mont Blanc.
EFE
Fotografía de archivo, tomada el pasado verano, del montañero Tolo Calafat durante un ascenso al Mont Blanc.

El rescate del montañero mallorquín Tolo Calafat, atrapado en el Annapurna desde este martes, conllevaba una gran complicación y la situación no invitaba al optimismo, como explicó a a 20minutos.es el experto montañero y ex director de Al Filo de lo imposible Sebastián Álvaro, quien afirmó que "nunca se ha hecho un rescate por encima de los 6.000 metros". Tolo ha fallecido mientras esperaba ayuda a unos 7.000 metros de altura.

"Ella te domina, no al revés, y muchas veces no te deja salir", dice Álvarez acerca del Annapurna (Himalaya-Nepal), la décima montaña más alta del mundo y considerada como la más peligrosa, con un 40% de bajas mortales. Calafat quedó rezagado en el descenso de la montaña y tuvo que pasar la noche al raso, después de que la expedición encabezada por 'Juanito' Oiarzabal hollara el Annapurna este martes y sufrieran complicaciones en el regreso al campo IV.

Calafat no es el primer alpinista al que se ha intentado salvar 'in extremis' de una montaña a pesar de las condiciones adversas. En agosto del pasado año, el equipo que trató de ayudar al montañero oscense Óscar Pérez, de 34 años, que se quedó colgado y con varias fracturas a más de 6.000 metros en una vertiente del pico Latok II de Pakistán, tuvo que abandonar el rescate por las dificultades para acceder al lugar. El cuerpo de Pérez se quedó para siempre en la montaña.

Otras víctimas

El Annapurna fue testigo de la muerte del montañero navarro Iñaki Ochoa de Olza, quien falleció en mayo de 2008 en la pared sur de la montaña, tras permanecer cinco noches a 7.400 metros de altitud en estado grave afectado por una lesión cerebral y otra pulmonar. Por decisión de su familia, su cuerpo descansará para siempre en la montaña nepalí.

Otro alpinista que no pudo regresar de su ascensión fue Félix Iñurrategi, de 33 años, quien murió en julio de 2000 al despeñarse por un precipicio cuando descendía de la cumbre del Gasherbrum II, de 8.035 metros, el que supuso su duodécimo ochomil. Su hermano Alberto, también alpinista y que realizó el ascenso con él, sobrevivió.

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