Las líneas de autobuses urbanos de Vitrasa tienen 1.207 paradas en las calles de la ciudad. De ellas, sólo 217 cuentan con marquesina. Las más afortunadas, como la de la praza de Fernando el Católico, tienen dos.

Protegerse de la lluvia

La parada junto a la farola de Urzaiz es una de las que no tiene marquesina. Está, además, en el corazón del mapa de líneas de transporte urbano, la calle Colón.

Por eso, en los días de más lluvia, la cornisa del edificio de oficinas en el comienzo de la calle donde está el SCH se convierte en la marquesina improvisada para decenas de personas, especialmente en las horas punta de la jornada.

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El precio de estar a cubierto

La empresa JC Decaux es la encargada de la instalación y mantenimiento de las marquesinas en Vigo. A cambio, explota publicitariamente los soportes. El precio medio de una marquesina es de unos 12.000 euros, aunque puede variar en función de los accesorios que incorpore (algunas hasta pueden proporcionar acceso a Internet). El Concello es quien decide su instalación, como con el resto de mobiliario urbano.

Minutos que duran hasta 89 segundos

Los minutos de espera en las paradas inteligentes a veces duran 28 segundos y, otras, hasta   89, como comprobó 20 minutos. La respuesta al misterio está en la foto. En la central de Vitrasa en San Andrés de Comesaña se recibe la posición y velocidad de los autobuses en tiempo real gracias a un sistema GPS. Con estos datos, se calcula el tiempo que falta para llegar a la parada, que se muestra en los paneles informativos que hay en quince paradas. Los datos del GPS se actualizan cada dos minutos, por eso las cifras no siempre cuadran.