Coincidiendo con el Día de los Enamorados, las autoridades locales de Londres informaron de que han dado una licencia al Parlamento de Westminster para que se celebren matrimonios y uniones civiles en sus dependencias.

Con ello, el distrito de Westminster abrió la puerta a que, por primera vez, cualquier ciudadano pueda celebrar su boda junto al Big Ben, en las históricas dependencias del Parlamento británico.

Hasta ahora, ese derecho estaba reservado a los parlamentarios y a sus familias en bodas convencionales, pero el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, ha puesto especial empeño en aprobar esta medida para acercar el Legislativo a los ciudadanos, a instancias del propio primer ministro, Gordon Brown.

Las ceremonias podrán celebrarse en la Jubilee Room, con espacio para 80 personas, y en el comedor de los parlamentarios, que tienen vistas al río Támesis y espacio para 150 personas.

No se podrá utilizar, sin embargo, la capilla de Santa María, del siglo XIV, ya que la legislación británica impide utilizar los templos religiosos para bodas o uniones civiles.

Alison Cathcart, superintendente del Registro Civil de Westminster durante 20 años, declaró a la agencia local de noticias PA estar "encantada por el hecho de que este emplazamiento tan prestigioso haya recibido la aprobación". "Estoy deseando celebrar la primera ceremonia civil en un lugar tan famoso e histórico", dijo Cathcart.

Entre quienes ya han expresado su deseo de casarse en Westminster está el secretario de Estado de Asuntos Exteriores Chris Bryant, uno de los políticos que más visibilidad ha dado a su homosexualidad.

Bercow indicó el mes pasado que esperan celebrar una veintena de bodas al año, y que si hay más solicitudes se tendrá en cuenta el interés de las parejas por la política y la arquitectura gótica. Las parejas tendrán que pagar una tasa, cuya cuantía aún está por determinar, y buscar un juez de paz para la ceremonia.