Don Juan Carlos, en sus palabras en la cena oficial ofrecida a los mandatarios y a sus esposas con motivo de la Cumbre, aseguró que "lo iberoamericano" ha traspasado ya, después de catorce cumbres, "lo puramente oficial" para constituirse como "una presencia viva en el día a día de nuestras sociedades".

"Sobre el sustrato histórico y cultural común de siglos hemos construido, en pocos años de cumbres, los firmes cimientos de nuestro proyecto, ante el que se abre ahora un nuevo horizonte para profundizar en nuestra cooperación y extenderla a nuevos campos", afirmó el monarca.

Tras reconocer que se ha avanzado "mucho" en estos años, reconoció que existe "un largo camino" para alcanzar el crecimiento, la integración y el bienestar social que "deseamos para todos nuestros ciudadanos" y abogó también por promover "nuestra cultura y nuestra voz en el mundo" así como reforzar los procesos de integración regional e interregional.

"El espacio iberoamericano debe ensancharse con la participación de todos: Gobiernos, sociedad civil, empresarios, sindicatos, asociaciones profesionales, organizaciones de jóvenes", pidió el Rey, para añadir que una vez identificados los principales desafíos es el momento de articular una agenda iberoamericana capaz de afrontarlos.

Don Juan Carlos, como ya hizo en su discurso de inauguración de la Cumbre, dirigió un saludo "lleno de afecto" a todos los ciudadanos de Iberoamérica y en particular a los de México, El Salvador y Guatemala que viven las secuelas del huracán 'Stan', cuyo "dolor compartimos y cuyas necesidades deseamos poder paliar con activa solidaridad".

El Rey elogió de nuevo el escenario de esta Cumbre, la ciudad de salamanca, cuya Universidad es referencia constante de la cultura iberoamericana y donde se pusieron las bases del Derecho de Gentes de la mano de Francisco de Vitoria y subrayó que sus estudiantes muchos iberoamericanos continúan hoy "la tradición universal de esta ciudad siempre joven".

Antes de brindar con los invitados, agradeció las muestras de cariño recibidas para él y para la Reina y se mostró contento de que la segunda Cumbre que acoge España --la primera fue en Madrid en 1992-- coincida con el trigésimo aniversario de su proclamación como Rey.

"Que este patio, esta Universidad y esta ciudad de Salamanca nos presten su secular sabiduría y su tranquila serenidad para el éxito de los trabajos que hemos emprendido. Con ese ánimo os invito a levantar nuestras copas para brindar por el éxito de nuestra Cumbre y por Iberoamérica", concluyó.

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