La plaza de toros de Valencia estará cubierta para «garantizar un uso independiente de las inclemencias del tiempo y mejorar así al comodidad de los usuarios», según se recalca en el proyecto básico de cubrición del recinto, al que ha tenido acceso 20 minutos.

La obra, que impulsa la Diputación de Valencia, costará algo más de 3,5 millones de euros y tiene un plazo de ejecución de cinco meses. La Corporación Provincial tiene previsto comenzar las obras  el próximo mes de octubre.

El proyecto pretende «consolidar la plaza como un centro de eventos culturales y sociales multitudinarios». En concreto, «espectáculos, conciertos, certámenes y festejos taurinos». Para ello, «es necesario ampliar el calendario a los meses de otoño e invierno sin necesidad de preocuparse por la climatología».

Forma de lente

La cubierta propuesta por el equipo de Salvador Monleón es el de «una estructura textil neumática, con doble curvatura en forma de lente». La cubierta textil es desmontable en tan sólo dos días.

La obra consiste en una doble membrana inflada con aire a presión (30-60 kg/m2) en su interior, lo que la hace resistir su propio peso y le permite salvar los 86 metros de diámetro que tiene el coso. «Es imprescindible que  la cubierta no sea visible por los peatones desde el exterior para que la vista permanezca inalterada», dicen.

Las plazas de toros de Zaragoza y San Sebastián o el Palacio de Vistalegre (Madrid) también tienen cubiertas para protegerse de la lluvia.

Monumento histórico

La plaza de toros de Valencia, ubicada en el corazón de la ciudad, fue construida en 1850, está basada en el teatro romano de Flavio Marcelo. Ha sufrido varias modificaciones arquitectónicas, la primera tras un incendio en 1946. En 1968 se llevó a cabo la reducción del ruedo y la ampliación de las gradas. En 1995 se ampliaron las barreras y contrabarreras, dejando el aforo en las actuales 12.884 localidades. En 1983 fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC).

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