La evolución detectada por esta entidad, una de las encargadas de tratar los casos de maltrato infantil, confirma la tendencia al alza registrada en la última década.

A principios de los noventa, la tasa de malos tratos a niños era del 4,6 por cada 1.000 habitantes, cifra que en diez años se ha disparado hasta el 7,16 por 1.000, según apunta un informe presentado ayer por el Justicia de Aragón.

Sin embargo, la incidencia real del maltrato infantil podría superar estas cifras, debido a la dificultad que entraña detectar las agresiones. Para prevenir y combatir este tipo de violencia, la Justicia propone mejorar las dotaciones en tiempo libre dedicadas la infancia, formar a los profesionales (médicos, profesores) para detectar las agresiones o impulsar programas contra el absentismo escolar.

El perfil

Agresiones a bebés: Los más pequeños son los más desprotegidos frente al maltrato. El informe revela que el 12% de los casos de maltrato corresponden a niños que aún no han cumplido un año.

Sin estudios y en paro: Es el perfil del agresor. Nueve de cada diez tienen una formación elemental y en el 80% de los casos están desempleados. En el 40% de las agresiones en el seno familiar, el maltrato se extiende a los hijos.

Factores de riesgo: La escasez de dinero, la falta de alternativas para cubrir el ocio del niño o la falta de redes asistenciales son algunos de los factores de riesgo que contribuyen a incrementar el maltrato infantil.

Abuso sexual: Los casos de abuso sexual están ligados en muchas ocasiones al ámbito familiar (32%) o al entorno cercano al niño (62%). El 2% de los menores que han sufrido maltrato han sido víctima de abusos sexuales. Sin embargo, sólo el 5% de las denuncias llega a los tribunales.

Agresiones de hijos a padres

Las agresiones de los hijos hacia los padres son escasas, pero, aun así, se trata de un fenómeno emergente y cada vez más habitual. El año pasado se detectaron en Zaragoza 17 casos de hijos maltratadores. En la mayoría de las ocasiones, el agresor es un varón de 12 a 18 años que presenta un carácter agresivo y violento, especialmente con la madre.