"Es mi mayor remordimiento: haber metido a ese diablo en casa. No sé cómo no lo pude ver. Sabía que yo no estaba y aprovechó ese momento para ir a por mi hija. Ese demonio quería violar a mi muchachita", cuenta Amarilis, la madre de María Mercedes, la niña de 12 años asesinada el sábado en Puente de Vallecas de una puñalada en el corazón.

La madre, que según cuenta a elmundo.es no tiene "fuerzas para seguir viviendo, ella era todo para mí", afirma sin dudas que el autor de la muerte de su hija es Larquin Rodríguez Noboa, el hombre que este domingo se entregó en una comisaría de Zaragoza.

Amarilis le había entregado una copia de las llaves de su casa en Puente de Vallecas porque una semana antes el joven le había ayudado en la mudanza hace una semana y no tenía alojamiento. Además, desde el pasado mes de febrero, Rodríguez mantenía una relación con la hermana de Amarilis, Victoria.

Una llamada

Pero este hecho no es el único que no deja dormir tranquila por la noches a Amarilis: su hija la llamó minutos antes de morir, pero ella no contestó la llamada a tiempo. El sábado por la mañana Amarilis estaba trabajando en una residencia de ancianos, cuando a las 8.30 h recibió una llamada de su hija María Mercedes. No pudo contestar y cuando le devolvió la llamada en dos ocasiones, la niña no contestó. "Eso me pareció muy raro, supe que le estaba pasando algo malo". Cuando llegó a casa y vio las ambulancias, "se me rompió el corazón". "No llegué a tiempo para defender a mi angelito", cuenta destrozada.

María Mercedes había sido premiada con un diploma en su colegio por ser la mejor alumna de la clase. Estaba muy contenta en su nueva casa, no le gustaba salir y se pasaba el día frente al ordenador. Desde que se mudaron, la joven nunca abría la puerta a los desconocidos, por eso, la madre está segura que la mató Rodríguez, que tenía llaves de la casa.

Amarilis quiere repatriar el cuerpo de María Mercedes a la República Dominicana "para que descanse al lado de mi otro hijo", pero necesita dinero. "Me piden 5.000 euros para llevar el cuerpo de mi hija a mi país. Hay que embalsamarla y yo no tengo tanto dinero", cuenta Amarilis a abc.es.