Los tramos de las autopistas AP-2 entre Alfajarín, Pina y Fraga y de la AP-68 entre Zaragoza, Gallur y Alagón funcionarán a partir de septiembre sin peaje para los turismos que realicen el viaje en el día. Estas dos vías son la única alternativa que tienen en estos momentos los tramos sin desdoblar de las peligrosas carreteras N-232 y N-II, dos de las que más accidentes y puntos conflictivos tienen en toda España.

La supresión de estos peajes, que ahora mismo todavía tiene que sufragar en parte el conductor, fue uno de los compromisos que adquirió ayer el ministro de Fomento, José Blanco, en una reunión mantenida con el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias.

Desde septiembre, Fomento financiará al 50% con la DGA los peajes para los vehículos ligeros en esos tramos para reducir el tráfico en la N-232 y la N-II. Esta última vía registró justo la semana pasada tres accidentes en tres días consecutivos, con un muerto y múltiples heridos.

Los coches que quieran utilizar estos tramos libres de peajes tendrán que ir provistos de un dispositivo VIA-T, que detecta el paso del vehículo para determinar si lo ha realizado dentro las 24 horas que exige el convenio. Blanco también aseguró que estudiará peajes más baratos para los camiones. Además, explicó que en lugar de convertir en autovía el tramo Alfajarín-Fraga de la N-II, se propondrá usar la AP-2 en el tramo liberado de peaje.

En relación con la autovía A-68, que descargaría de tráfico a la N-232, el ministro garantizó que antes de final de año se licitará o se adjudicará la redacción de todos los tramos pendientes desde Mallén hasta Fuentes de Ebro. Insistió en el nuevo trazado de la A-40 y confirmó un quinto cinturón para Zaragoza.

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