Entre limitar y prohibir, la mayoría de fundaciones que organizan actividades de verano en Catalunya optan por excluir los teléfonos móviles para que no afecten a la convivencia y a las actividades de los niños.

La Fundació Escolta no lo tiene regulado, pero no permite llevar móvil a los campamentos. «Son convivencias en la naturaleza para desconectar. El móvil no ayuda», dicen.

«A veces son los padres los que meten el teléfono en la mochila, aunque saben que no pueden», apunta Albert Riu, de la Fundació Pere Tarrés. «Se los devolvemos al final. Los niños y los padres han de desconectar mutuamente». Tampoco les permiten llevar cámaras de fotos.

También desaconsejan usar mp3, psp y otros dispositivos en los centros de la Fundació Catalana de l'Esplai. «Queremos romper con el día a día de la televisión, Internet, la play o el móvil. Y si hay problemas, lógicamente, se comunican a los padres», indican fuentes de la Fundació.