Eran las propuestas que presentó el diseñador de origen colombiano Brian Reyes, cuando una de sus modelos se tropezó por los altos tacones, recogió sus zapatos y siguió desfilando, pero poco después el mismo incidente le ocurrió a otras dos de sus compañeras.

Como muestra de solidaridad entre maniquíes, en el momento final del desfile, cuando salen todas las modelos, las chicas decidieron descalzarse y llevar sus stilettos en la mano, lo que les valió el aplauso de los asistentes.

Las modelos de Brian Reyes y los taconazos de Blahnik no han sido las únicas en dar un traspié durante esta semana de desfiles de Nueva York, pues ya más de un tropiezo dieron entre tres y cinco de las chicas de Max Azria en sus propuestas para Hervé Léger, que se fueron al suelo por la mala combinación de pasarela en tarima de madera y sandalias y botines con tacones de 15 centímetros con plataforma.

Algo similar le ocurrió a una de las maniquíes de Carolina Herrera y el mismo miércoles a otra del desfile de Oscar de la Renta, que, sin embargo, no salió con el resto de sus compañeras en el carrusel final de todos los diseños.

Así con esa anécdota de fondo Brian Reyes, que debutó en la pasarela neoyorquina en solitario en 2006, presentó 31 propuestas para la próxima temporada de otoño-invierno, en la que por primera vez desfiló la modelo española Clara Alonso.

Entre las propuestas de Reyes predominaron los colores grises claros y grafito, dorados, violetas, negro, metalizados y algún que otro azul, así como estampados ligeros, con largos de falda y vestido por encima de la rodilla, en tejidos vaporosos como la seda, y pantalones pitillo tobilleros, acompañados, eso sí, de altísimos tacones.