Los grafitis realizados en trenes de Rodalies (marca de Renfe y la Generalitat encargada de los servicios ferroviarios en Catalunya) han causado retrasos o problemas de seguridad a dos millones de pasajeros durante este año, tal y como ha informado Renfe en un comunicado este lunes.

La compañía remarca que el 45% de las pintadas que se realizan en trenes e instalaciones de Renfe ocurren en Catalunya; limpiarlos ha costado ocho millones de euros en lo que va de año y se han presentado 1.759 denuncias ante los Mossos d'Esquadra en este periodo, más de cinco diarias de media.

Los grafitis obligan a cambiar el recorrido de los trenes para organizar la retirada de la pintada por parte de los servicios de limpieza, así como parar el tren más tiempo de lo previsto, lo que supone cambios logísticos en la distribución de los trenes

La empresa ferroviaria pone como ejemplo que el domingo 25 de noviembre una pintada en un tren de la línea que conecta Lleida y Manresa provocó la cancelación del servicio en todo su recorrido, obligando a ofrecer un servicio alternativo de autobús en ese recorrido, lo que afectó a un centenar de clientes.

Este episodio fue la segunda vez en ese mes que un tren sufría retrasos al no poder conducir por una pintada en la cabina de conducción.

Según Renfe, se destinan anualmente 14 millones de euros a los trenes de Rodalies, aunque afirman que es necesaria "concienciación social" para acabar con este problema, reclamando "educación y respeto a los espacios comunes" y recuerdan que este tipo de actos vandálicos afectan a un gran número de ciudadanos.

Precisamente, de acuerdo a la compañía, el 87% de los trenes de Rodalies tiene grafitis. Es ese sentido, ironizaban con la puesta en marcha, este lunes, de un tren libre de pintadas; aseguran que, si alguien lo ve, no se trata de un espejismo, aunque la empresa prefiere no especificar su recorrido "para evitar que esta imagen de coleccionista se estropee en poco tiempo"