Si ha notado que al peinarse en los últimos meses queda un poco más de pelo en el cepillo, no se asuste. Que el pelo se caiga más en otoño es normal, no significa que vayamos a quedarnos calvos. ¿Cuál es el motivo? Realmente, tiene que ver con mantener la temperatura del cuerpo.

Un estudio publicado en el British Journal of Dermatology, en los que se analizaron datos de ocho países durante 12 años, sugiere que la pérdida del cabello va asociada a un patrón estacional. Desde una perspectiva evolutiva, uno de los roles del cabello es proporcionar calor. Algo, menos necesario durante los meses de verano.

Sin embargo, es importante distinguir entre la pérdida normal de cabello y el tipo de pérdida de cabello que debe tratarse lo antes posible para evitar que se convierta en permanente. Una persona promedio pierde entre 50 y 100 pelos al día, como parte del ciclo natural de crecimiento del cabello.

Alrededor del 90% del cabello se encuentra en un ciclo de crecimiento que dura entre dos y seis años. Una vez que se llega al final de ese crecimiento es cuando se caen. Nuestros folículos pilosos descansan durante 3 meses antes de que todo el proceso se repita de nuevo.

Tampoco hace falta sufrir en silencio si le preocupa la cantidad de cabello que se cae. Lo mejor es acudir a un dermatólogo para solicitar un diagnóstico y que recomiende los tratamientos que hay disponibles para los tipos de pérdida de cabello.