Los viajeros de Cercanías se están encontrando estos días con un nuevo plano de la red. En julio, al abrir el nuevo túnel de la risa (Atocha-Chamartín pasando por Sol), Renfe comenzó a instalar los mapas en las principales estaciones. Su diseño rompe con las líneas rectas, respeta la geografía y recuerda al antiguo de Metro.

El operador ferroviario ha aprendido de las críticas recibidas por el suburbano tras el cambio de su plano (en abril de 2007) y han hecho lo contrario: mientras que Metro pasó de un mapa que respetaba las distancias a otro esquemático, Renfe ha decidido desterrar su croquis (inalterado desde 1989) para situar el trazado de los trenes sobre un mapa real de la comunidad.

El mapa ha sido proyectado por un equipo de Renfe liderado por el arquitecto José Antonio Suárez. El resultado es "un plano que recoge la topografía real de la región y hace más fácil la ubicación de las estaciones en el espacio", según el director de Cercanías, Lucas Calzado.

El equipo estudió las redes de transporte de ciudades de todo el mundo, "pero la tendencia internacional es hacer planos esquemáticos como el de Londres o Nueva York y desechamos esa idea. El nuestro nos parece más claro", explica Calzado.

Mapas de bolsillo desplegables

La intención de Cercanías es difundir entre los viajeros mapas de bolsillo desplegables antes de fin de año. Se completará con información sobre las frecuencias de paso de los trenes y el tiempo de trayecto entre las estaciones, "para eliminar las tablas, que son difíciles de entender", adelantan desde Cercanías.

Otra novedad es que cada cliente podrá personalizar su propio croquis a través de Internet, añadiendo las líneas y trasbordos que más utilice. También se prevé editar planos culturales (con museos y eventos) y otros destinados a niños y mayores.

Los usuarios aprueban el plano con un 6, frente al de Metro, que recibe sólo un 2 porque "sólo busca impactar y no ayuda al viajero". Pero no todo es positivo para Cercanías: "Está muy cuidado y respeta el terreno, pero tiene fallos que te confunden si no conoces la red", explica Fernando de Córdoba, portavoz de Andén 1, una asociación que ha sacado su propio mapa integrando el metro, los cercanías e, incluso, el tranvía de Parla.

Los desdoblamientos de las líneas C-4 y C-8 en el norte "son confusos" y un viajero inexperto puede pensar que es posible ir de Alcobendas a Colmenar, o de El Escorial a Cercedilla, sin hacer trasbordo. Además, en el interior de los trenes está el mismo plano "pero al reducirlo no se ve bien", apunta Córdoba.