El 26% de las mujeres aragonesas sexualmente activas utiliza la marcha atrás como método anticonceptivo habitual, según un estudio de Ausonia. A pesar de su escasa eficacia, es el tercer método más utilizado por las mujeres de la comunidad, después del preservativo masculino (53%) y la píldora (43%).
La decisión, según los expertos, suele estar relacionada con creencias religiosas o, en el caso de los jóvenes, a relaciones imprevistas en las que no se dispone de ningún otro método.
La marcha atrás puede provocar la insatisfacción de la mujer
Lamarcha atrás no protege de las enfermedades de transmisión sexual y
aumenta el riesgo de un embarazo no deseado. Por cada cien mujeres que la utilizan como método anticonceptivo durante un año se producen de 10 a 38 embarazos, mientras que con el preservativo se reducen a 5 y con la píldora, a 0,1.
El estudio destaca también que el 45% de las aragonesas de 15 a 50 años no utiliza ningún método anticonceptivo. Los motivos principales son el coste de los productos y la falta de información sobre ellos.
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