"Ni soy cocainómano, ni tengo un piso en Nueva York, ni me he enriquecido". Así titula El Mundo-El Día de Baleares una entrevista de tres horas al ex presidente del Govern balear, Jaume Matas, ahora asesor del Grupo Barceló (propietario de este periódico regional) en Washington.

Matas sale al paso de las acusaciones que sobre él han recaído después de que a los pocos días de la derrota del PP en las elecciones regionales de 2007 abandonara su partido y se marchara a trabajar a Estados Unidos de la mano de los hoteleros mallorquines Barceló.

Tras los últimos escándalos que han salpicado a dirigentes del PP balear -alguno de ellos en prisión- por supuestas malversaciones de caudales públicos, el ex presidente asume toda la responsabilidad, como cargo político máximo que fue, y pide perdón a los ciudadanos de las Islas.

"Asumo la responsabilidad que me toca, que es toda, y pido perdón a los ciudadanos", dice en su segunda entrevista en un año, la primera tras el posible caso de corrupción del Consorcio de Turisme Jove.

Matas se siente víctima de una persecución

Matas anuncia que jamás regresará a la política, que no quiere que sus hijos se dediquen a ella y asegura que ahora, que se ha marchado a Estados Unidos para trabajar en el sector privado, él y sus colaboradores están siendo víctimas de una persecución política "desmedida, obsesiva y partidista".

Rechaza otra acusación sobre la supuesta adquisición ilegal de un piso en Palma y dice que no se ha enriquecido como presidente, mientras la Fiscalía Anticorrupción investiga varios casos ocurridos durante su mandato (2003-07).