"He matado a una persona. Un error lo tiene cualquiera. El alcohol, las drogas, lo mezclas con pastillas y ya sabes".
Con estas palabras se confesó Víctor Díaz Silva, de 28 años, a un amigo de Tarragona minutos antes de que los agentes de la Guardia Urbana le pusieran las esposas como presunto asesino de la turista italiana Federica Squarise, según señala hoy El Periódico de Catalunya.
El camarero uruguayo, que esta mañana ha pasado a disposición judicial, es padre de una niña de 8 años y residente en Lloret de Mar desde hace unos cuatro.
No opuso resistencia
Tenía varios conocidos en Tarragona y acudió a su casa el miércoles por la tarde para pedirles ayuda. Sin embargo, éstos, que ya sabían que los Mossos le buscaban, decidieron delatarlo.
Uno de los cuatro chicos del grupo llevó a Díaz Silva a un bar de la calle de Pere Martell mientras sus compañeros ponían a la policía sobre la pista. Cuando la Guardia Urbana de Tarragona detuvo al presunto asesino, este no opuso resistencia.
"Se mostró super frío y nos llamó "chivatos", y la gente en la calle le gritó: "violador, asesino"", según relató ayer una de las denunciantes a la Cadena Ser. CONSULTA AQUÍ MÁS
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