Se hacían apuestas sobre qué festival se lo llevaría a su cartel y al final la cita es en tres conciertos fuera de esas convocatorias. El motivo es pasear Glitter and doom, que ha empezado a rodar en Estados Unidos el pasado mes de junio (arrancaron en Phoenix). A su lado, su escudero Larry Taylor tocando el bajo (imposible no recordar su labor en aquella banda de los sesenta llamada Canned Heat y su gran éxito On the road again) y una superbanda de la que se confiesa admirador porque, según sus palabras, lo mismo tocan mambos que rumbas que polcas, en plena apología del mestizaje sonoro y aprovechándose de que todos ellos son poliinstrumentistas.

Hacía tiempo que los promotores estaban detrás de conseguir que por fin (en 35 años de carrera, nada, aparte de que al californiano no le gusta salir de paseo) Tom debutara en los escenarios españoles. Ya se hizo años antes la intentona cuando publicó Orphans, ambiciosa trilogía en donde se juntaban temas para la ocasión junto a apariciones en el mundo del cine y colaboraciones con compañeros de profesión (nada que ver con lo que luego se le vino encima con la admiración hecha versiones de la actriz Scarlett Johansson).

12 de julio, en San Sebastián (Kursal) / 14 y 15 de julio, en Barcelona (Auditorio Fórum)