La reina Isabel II, guía turística de excepción de Bush por tierras londinenses

  • Llegó ayer a Londres para reunirse con Gordon Brown.
  • Se reunió con la reina en el castillo de Windsor.
  • Cientos de pacifistas se concentraron el domingo en la Plaza del Parlamento en Londres ante la llegada de Bush.
La reina Isabel II junto a George W. Bush en el castillo de Windsor. (EFE)
La reina Isabel II junto a George W. Bush en el castillo de Windsor. (EFE)
EFE
La reina Isabel II junto a George W. Bush en el castillo de Windsor. (EFE)
La reina Isabel II de Inglaterra se convirtió el domingo durante un corto espacio de tiempo en una guía turística de excepción para el presidente de EEUU, George W Bush. Bush, que llegó ayer a Londres procedente de París para reunirse con el primer ministro británico,
Gordon Brown, se desplazó al castillo de Windsor, en las afueras de la capital, para ser recibido por la reina.

Isabel II, vestida de un traje de chaqueta rosa, y su marido, el duque de Edimburgo, recibieron al presidente estadounidense y a su esposa, Laura, que lucía una chaqueta y falda turquesas. La soberana británica conversó con el mandatario estadounidense y su esposa mientras compartían un té. A continuación, les acompañó durante un recorrido para mostrarles las partes más notables del castillo.

En un momento dado, la prensa pudo divisar a la soberana y sus invitados mientras recorrían un pasillo e Isabel II destacaba algunos de los puntos arquitectónicos e históricos más interesantes, antes de desaparecer por una de las puertas que llevaban al 'Grand Reception Room', el principal salón de recepciones.

Cara a cara con Bush

Cientos de pacifistas se concentraron el domingo en la Plaza del Parlamento en Londres para su último cara a cara con el presidente estadounidense, George Bush.

Las organizaciones convocantes, la Coalición 'Parad la Guerra', la Campaña contra el Desarme Nuclear (CND) y la Iniciativa Británica Musulmana, pretendían manifestarse frente a las rejas de Downing Street cuando Bush fuera recibido por el primer ministro británico, Gordon Brown, que ofrece una cena en su honor. Pero la policía prohibió ese recorrido por razones de seguridad.

"Escuché cuando era estudiante el fallo en Nuremberg que condenó a los criminales nazis. La guerra contra Irak es un crimen de guerra", afirmó el veterano político laborista Tony Benn, ministro en la década de los 70 y padre del actual ministro de Medio Ambiente, Hilary Benn, ante el fuerte aplauso de los asistentes.

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