Incendió un bufete de abogados y amenazó a sus clientes con pistola y bombas caseras

  • Estaba resentido con su letrado por la gestión de una pensión.
  • El fiscal pide dieciséis años y medio de prisión por estos hechos.
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Más de dieciséis años de prisión pide mañana el fiscal para un individuo que intentó hacer explotar un bufete de abogados, pistola en mano y, no consiguiéndolo, terminó por prenderle fuego con numerosas personas dentro.

Según el relato ofrecido por el Ministerio Fiscal en su escrito de calificación, el procesado, J. M. D. O., le guardaba notorio resentimiento a su abogado, José Miguel Oviedo, por entender que no había tutelado convenientemente sus intereses en la tramitación de una pensión no contributiva.

Con esta inquina, entró en su despacho de la calle Virgen de los Milagros de El Puerto de Santa María, manifestando que venía a traer unos documentos y, cuando quedó en la salita de espera, siempre según la narración de la Fiscalía, le espetó al resto de clientes que allí aguardaban: "Me vais a perdonar, lo siento por ustedes", y sacó de su chaqueta una botella llena de gasolina, con tapón especial rojo y liado en su gollete un mechero con cinta blanca. Al ser evidente que pretendía provocar una explosión, uno de los clientes forcejeo con él y logró arrebatarle la botella.

A continuación, prosigue el Ministerio Público, el acusado sacó de su chaqueta una pistola de nueve milímetros cargada con tres cartuchos, que empuñó, y una nueva botella como la anteriormente descrita.

Otro de los clientes intentó mediar con el procesado y tranquilizarlo. Sin embargo, éste arrojó la botella contra el suelo con el propósito de que explotara, cosa que no ocurrió, fracturándose la misma y derramándose la gasolina en el suelo.

El procesado manipuló de nuevo su pistola indicando: "Os voy a disparar" y, poco después, "vais a tener suerte que se me ha encasquillado".

Cambio de planes

En ese momento, el acusado vio al abogado y entró en cólera. El letrado intentó asirlo del brazo y acompañarlo fuera del local. Fue entonces cuando J. M. D. O. manifestó: "Pues no vais a tener tanta suerte", y sacó un encendedor de su bolsillo con el que prendió fuego al líquido derramado, aprovechando que sobre el mismo estaba el abogado.

Las llamas afectaron no sólo a la sala de espera, sino a las demás dependencias del bufete. Varios clientes quedaron atrapados hasta que fueron evacuados por la Policía y los daños provocados fueron valorados por el perito en 29.667,85euros.

Después se comprobó que carecía del permiso reglamentario para la tenencia de una pistola y que la que portaba le había sido sustraída a otra persona.

El acusado se enfrenta a cargos de asesinato en grado de tentativa, incendio, amenazas y tenencia ilícita de armas que podrían suponerle una condena de dieciséis años y seis meses en la cárcel.

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