La Guardia Civil ha ampliado el marco de la investigación sobre el accidente ocurrido el sábado en Benalmádena (Málaga), en el que fallecieron nueve personas y resultaron heridas otras 38, debido a que, al parecer, existen versiones contradictorias sobre cómo se produjo el siniestro.

Aunque inicialmente las pesquisas policiales apuntaban a que el accidente lo causó un todoterreno cuando adelantaba al autobús por la derecha, algunos testigos presenciales habrían afirmado que el turismo lo intentó superar por la izquierda, según han señalado fuentes de la Delegación del Gobierno en Andalucía.

El accidente se produjo sobre las 19.30 horas en el punto kilométrico 224 de la A-7, a su paso por la localidad malagueña de Benalmádena, al parecer por el adelantamiento antirreglamentario del citado todoterreno que chocó con el quitamiedos. El vehículo rebotó y colisionó con la parte trasera del autocar, que se desequilibró y ocupó la mediana antes de volcar.

El quitamiedos, "como una espada"

Una de las circunstancias "más tremendas" del siniestro fue que el quitamiedos penetró en el interior del autobús "como una espada", lo que hizo que las consecuencias del accidente resultaran "más graves", según el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón.

El conductor del turismo y presunto responsable del siniestro duplicaba la tasa de alcoholemia permitida, según la Delegación del Gobierno en Andalucía.

A consecuencia del accidente perdieron la vida nueve personas, entre ellas una niña de siete años, y resultaron heridas otras 38 (todas de nacionalidad finlandesa, salvo los conductores del autobús y del todoterreno, que son españoles) de las que 18 permanecen internadas en centros hospitalarios de la provincia.