Scotland Yard consideraba "inevitable" un atentado en Londres desde el 11-S

La ciudad de Londres era uno de los objetivos principales de laorganización terrorista Al Qaeda desde los atentados del 11 deseptiembre de 2001 en Estados Unidos, hasta el punto de que Scotland Yard consideró "inevitable" un atentado. El 11-M en Madrid puso todavía más en alerta a la policía británica, convencidos de que antes o después les iba a tocar.
La capital del Reino Unido, país en el que viven 1,6 millones demusulmanes (3 por ciento de la población), siempre estuvo en el puntode mira de la red que dirige Osama Bin Laden, que se atribuyó losatentados de hoy en el metro londinense y en un autobús.

En una carta presentada en la página de Internet frecuentada porislamistas, la "Organización secreta-Al Qaeda en Europa" reconoció serla autora de los ataques y afirmó:
"hemos advertido repetidamente alGobierno británico y al pueblo británico". "Hemos cumplido lo prometidoy hemos llevado a cabo una operación militar bendita",

afirmaron losautores de una carta, cuya autenticidad no fue confirmada oficialmente.

Desde el 11-S, el Gobierno del primer ministro, Tony Blair, hizo de laseguridad una prioridad de su gestión y reforzó esta política tras lainvasión militar de Irak y, sobre todo, tras la matanza ocurrida enMadrid el 11 de marzo de 2004, con 192 muertos.

Hasta la fecha, lasautoridades británicas aseguraban que si no había ocurrido algo similaren Londres, o en alguna otra ciudad británica importante, fue gracias alos controles policiales.
La vigilancia era especialmente férrea en elsistema de transporte público -metro, ferrocarriles y autobuses- y
trasel 11-M se puso en marcha una campaña, en la que se invitaba a losciudadanos a no bajar la guardia pese a la ausencia de ataques.

Lacampaña pedía a los usuarios del transporte metropolitano que avisara ala Policía si advertían la presencia de equipaje extraviado con elmensaje: "*De quién es esa bolsa?". "Si sospechas de ella, avisa.Ayúdanos a derrotar al terrorismo". Desde entonces guardias vestidos depaisano viajaban en el metro y en trenes de cercanías para vigilarmovimientos sospechosos.

Los atentados de Madrid demostraron lavulnerabilidad de los sistemas de transporte y las facilidades para losterroristas, un hecho que llevó a John Stevens, el jefe de ScotlandYard (responsable de la lucha antiterrorista), a hablar de laimposibilidad de evitar al 100 por cien un ataque en el Reino Unido.
"Sabemos que en realidad hemos parado ataques terroristas que se iban aproducir en Londres, pero es inevitable que algún tipo de ataquetermine llevándose a cabo, aunque mi trabajo es asegurarnos de que estono ocurra",

manifestó entonces Stevens.

Preguntado en una entrevista enla cadena de televisión BBC si la policía había evitado ya un ataque dela escala del sucedido el 11-M, contestó: "sí, no puedo hablar de elloa causa de los procedimientos judiciales, pero
sí, hemos parado un'Madrid".

Un año después, en marzo pasado y ya como ex responsable deScotland Yard, Stevens reveló que
había entre cien y doscientosmiembros de Al Qaeda en las calles del Reino Unido dispuestos a llevara cabo "devastadores atentados terroristas".

En un artículo que publicóel tabloide "News of the World", afirmó que "el número probablemente seacerca a doscientos" y expresó su convencimiento de que "todos elloscometerían devastadores atentados terroristas contra nosotros sipudieran, incluso los que han nacido y se han criado aquí".

El exministro del Interior David Blunkett también expresó su temor de que elatentado islamista llegaría antes o después a territorio británico,aunque rechazó que el riesgo se hubiera incrementado tras el 11-S o porla invasión de Irak.
"Ahora no estamos en un mayor riesgo del queestábamos antes del ataque al World Trade Center, porque losterroristas ya antes habían planeado atentados, antes de la guerra deAfganistán, antes del conflicto de Irak y antes del pasado jueves",declaró.

Blunkett admitió, en cualquier caso, que no se podía"garantizar rotundamente que no se producirá un atentado debido a lanaturaleza de la amenaza y los peligros de los terroristas suicidas".

En marzo de 2004, días después de los atentados de Madrid, ochosupuestos terroristas islámicos fueron detenidos en una gran redadapracticada en Londres y el sureste de Inglaterra, en la que también seconfiscaron más de 500 kilos de material explosivo.
Los detenidos erantodos de nacionalidad británica y origen paquistaní y cayeron en lamayor redada antiterrorista efectuada en este país desde los atentadosde septiembre de 2001 en EEUU.

Desde esa fecha,
más de 700 personas hansido detenidas en el Reino Unido en virtud de la Ley antiterrorista delaño 2000.

Las advertencias sobre el peligro inminente de una matanza enla capital británica se remontan a hace muchos meses.
Londres tenía más riesgo que Washington

En noviembre de2003, el grupo británico de consultoría Control Risk Group,especializado en análisis de riesgos para empresas, advirtió de queLondres corría un mayor riesgo de sufrir un ataque de radicalesislámicos que Washington o Nueva York. La investigación indicaba queLondres era la capital de Europa Occidental con más posibilidades deser blanco del terrorismo.

En un informe anual titulado "Mapa de Riesgo2004", que examinaba el estado de la seguridad de 195 países, estaconsultora también estimaba que existía una "seria posibilidad" de quese cometiera un ataque suicida devastador en la capital británica.
"Londres se ha convertido en el objetivo terrorista preeminente deEuropa", subrayó el director del estudio, Jake Stratton.

El peligro delterrorismo de fundamentalistas islámicos era antes "una guerra contraOccidente vaga e indefinida", pero "en el último año el Reino Unido hareforzado, a ojos del mundo islámico, su posición de gran aliado deEEUU", según explicó Stratton.

La referencia más reciente sobre uneventual atentado se remonta al pasado mes de enero, cuando el diario"The Guardian" informó de que la policía británica temía que hubiera enLondres un atentado terrorista similar al que se cometió contra unadiscoteca en Bali, en octubre de 2002, en el que murieron alrededor de200 personas.

Según esta información, Scotland Yard decidió crear unequipo especial dedicado a investigar esas sospechas y desplegó avarios de sus agentes para que alerten al personal de centros de ociocomo discotecas, teatros y salas de cine de la capital.

"Estamosaterrados porque uno de esos lugares pueda ser un blanco terrorista",aseguraba el superintendente Chris Bradford.
NOTICIAS RELACIONADAS:
Mostrar comentarios

Códigos Descuento