La Comisión Nacional de Competencia ha abierto expedientes sancionadores contra varias asociaciones de la industria alimentaria por considerar que pueden haber incurrido en prácticas restrictivas de la competencia al pactar precios.

En concreto, la CNC ha abierto expedientes contra la Federación de Industrias Alimentarias y de Bebidas (FIAB) y seis asociaciones dependientes de ésta, así como contra la Organización Interprofesional de Avicultura de Carne de Pollo del Reino de España (Propollo), la Organización Interprofesional del Huevo y sus productos (INPROVO) y la Asociación de Fabricantes de Pan del Principado de Asturias.

La Comisión reconoce que no ha encontrado pruebas de la existencia de acuerdos explícitos entre los productores o comercializadores de alimentos para elevar los precios, aunque sí cree que algunas de sus prácticas pueden haber vulnerado el artículo número 1 de la Ley de Defensa de la Competencia, es decir, que habrían "restringido, limitado o impedido la competencia".

No es la primera vez que un organismo se pone en alerta ante las posibles subidas de los alimentos. La Unión Europea ya pidió a las tiendas en 2007 'responsabilidad' a la hora de aplicar estos incrementos al consumidor.

Lo que está también muy claro es que el carro de la compra pesa más que nunca. La cifra armonizada del IPC alcanzó su dato más alto de la historia en marzo, el 4,6%, debido al precio del petróleo y a la subida de algunos alimentos.