Ese objetivo choca directamente con los datos de los accidentes laborales de Galicia, que el año pasado sumaron un total de 51.888. A ésos, que fueron los que se registraron en jornada laboral, hay que sumar otros 5.000 que se produjeron de camino al puesto de trabajo.

Con menos gravedad

Casi todos los accidentes (el 98%) fueron de carácter leve y el 1,61% se saldó con heridos graves, aunque en este caso el porcentaje es dos puntos inferior al del año anterior. Y de los 76 trabajadores fallecidos, 20 perdieron la vida de camino a su casa.

Por sectores, el de la construcción encabeza la siniestralidad, ya que se cobró la vida de 24 gallegos en un año. Le sigue de cerca el sector servicios, con 22 fallecidos; la agricultura (18) y la industria (12 muertos).

Además, las estadísticas sitúan a Galicia en los primeros puestos de los accidentes laborales de toda España,  sólo la superan, con más trabajadores fallecidos, Andalucía, Cataluña, Madrid y Valencia. En el conjunto del país, 1.191 personas perdieron la vida en su trabajo.

Se queda sin parte de sus dedos

Ayer un hombre de 40 años sufrió un accidente laboral en Vigo cuando trabajaba en una obra en la parroquia de Coruxo. Tuvo que ser asistido por el 061, que le atendió de urgencia de la amputación parcial de dos dedos. El siniestro se produjo poco antes de las 13.00 horas y la víctima fue trasladada a un centro médico privado de Vigo. En la provincia de Pontevedra el pasado año se contabilizaron 20.984 accidentes, de los cuales 380 tuvieron heridos graves y 22 fueron mortales.