La Presidencia del Gobierno Vasco hizo pública el domingo la composición del nuevo Ejecutivo, que tomará posesión el próximo martes, en el que cambian dos consejeros propuestos por Eusko Alkartasuna y uno del PNV.

Los nuevos consejeros son Nuria López de Guereñu (PNV), responsable de Transportes y Obras Públicas, en sustitución de Alvaro Amann; Tontxu Campos (EA), en Educación, que sustituye a Anjeles Iztueta; y Esther Larrañaga (EA), en Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, que sustituye a Sabin Intxaurraga

El reparto de carteras entre partidos sigue igual respecto del anterior tripartito, ya que el PNV tendrá, aparte del lehendakari y la Vicepresidencia, a la que se adjunta Hacienda y Administración Pública, las carteras de Interior, Industria, Sanidad, Cultura, y Agricultura y Pesca.

Eusko Alkartasuna mantendrá las áreas de Justicia, Empleo y Seguridad Social, mientras que Ezker Batua seguirá dirigiendo Vivienda y Asuntos Sociales.

La composición del Gobierno Vasco es la siguiente:

La responsabilidad de portavoz del Gobierno la seguirá ejerciendo la Consejera de Cultura, de la que se encargó tras la salida del Ejecutivo del que era consejero de Industria y actual presidente el PNV, Josu Jom Imaz.

En la anterior legislatura, la segunda de Ibarretxe como lehendakari, éste también mantuvo la base de su primer Gobierno ya que, como ahora, sólo introdujo dos cambios entre los consejeros propuestos por Eusko Alkartasuna y uno de los del PNV.

Entonces entraron la consejera de Cultura y el que sigue siendo el hombre fuerte de EA en el Gobierno, Joseba Azkarraga, y la consejera saliente de Educación, Anjeles Iztueta.

Desde el inicio de su mandato en 1999 sólo se mantienen para la próxima legislatura en el Consejo de Gobierno de Ibarretxe la vicelehendakari y el consejero de Interior, estrechos colaboradores suyos cuando él era el vicepresidente del anterior lehendakari, José Antonio Ardanza.

Precisamente en los últimos días se había especulado sobre la posibilidad de que Balza abandonara la cartera de Interior para desempeñar alguna otra responsabilidad de carácter más político, e incluso en distintos medios se le había colocado en la Vicepresidencia.

Por su parte, los cambios introducidos en los consejeros de Eusko Alkartasuna afectan a dos personas que en el anterior congreso de este partido se alinearon con el sector crítico con la actual dirección.

La nueva consejera de Transportes y Obras Públicas, Nuria López de Guereñu (Eibar-Guipúzcoa, 1969), es desde julio de 2003 la responsable de Desarrollo del Medio Rural de la Diputación Foral de Guipúzcoa. Licenciada en Ingeniería superior de Telecomunicaciones fue parlamentaria vasca la pasada legislatura.

El nuevo consejero de Educación, José Antonio "Tontxu" Campos (Baracaldo-Vizcaya, 1962), es el diputado de Innovación y Promoción económica de la Diputación Foral de Vizcaya desde 2003, institución en la que anteriormente, desde 1999, fue el diputado de Promoción Económica. Es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y fue concejal del Ayuntamiento de su localidad natal.

La nueva consejera de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Esther Larrañaga (Vergara-Guipúzcoa, 1959), era la viceconsejera de Justicia desde 2001 y anteriormente fue la viceconsejera de Medio Ambiente desde 1995. Licenciada en Derecho, fue parlamentaria vasca entre 1990 y 1991 y diputada en el Congreso desde este año hasta 1993.

Críticas desde la oposición

El mantenimiento de la estructura básica del Ejecutivo fue criticado por la oposición, ya que PSE-EE, PP y Aralar consideraron que es continuista de un Gobierno, el anterior, con cuya gestión fueron críticos.

El coordinador de la Ejecutiva del PSE-EE, Rodolfo Ares, afirmó a su juicio, este Gobierno "responde a las prioridades y aspiraciones del nacionalismo y no de todo el país, porque es evidente que sigue planteando un proyecto que no es compartido por una parte muy importante de la sociedad vasca".

En parecidos términos se expresó el portavoz del PP en el País Vasco, Leopoldo Barreda, quien insistió en que este continuismo es una muestra más de que "el PNV no ha entendido el resultado electoral" del 17 de abril, o "no acepta ese castigo por la gestión del gobierno saliente". "Si a este elemento de continuidad le añadimos el marcaje de ETA-Batasuna, el apoyo a la investidura y el control que sobre su gestión va a desarrollar ETA-Batasuna, evidentemente esa continuidad supone dar la espalda contundentemente a la sociedad vasca plural y abierta que ha elegido el Parlamento menos nacionalista de su historia", añadió.

El vicecoordinador de Aralar, Mikel Basabe, consideró que del nuevo Gobierno Vasco "lo que se puede esperar es más de lo mismo" y que para su composición "el tripartito ya tenía de antemano una dirección marcada, que es la misma de los últimos cuatro años".

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