El despliegue comenzó a las cinco de la tarde y en él participaron, además, los inspectores de Trabajo que chequearon los papeles de todos los trabajadores de las dos obras.

Dos horas duró el chequeo y el personal no pudo abandonar la zona acotada por la policía hasta que terminó la inspección. Durante ese intervalo, los trabajos en ambas construcciones, aunque no llegaron a interrumpirse, sí se vieron alterados por la presencia de los agentes, según publica Sur.

Cuatro empleados que no llevaban consigo la documentación fueron trasladados a la comisaría. Al parecer, éstos pertenecen a una de las empresas subcontratadas por la concesionaria del Metro.

Todo apunta a que se sospecha que puede haber trabajadores dados de alta en dos provincias al mismo tiempo, concretamente en Málaga y en Córdoba, por lo que se investiga si las empresas habrían utilizado la misma documentación para contratar a más de una persona a la vez en lugares distintos.

Las pesquisas se centran en dos subcontratas que se nutren de obreros inmigrantes.

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