De los 12.280 niños que nacieron en 2006 en la comunidad, 2.682 (21,84%) lo hicieron fuera del matrimonio, según los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística. Diez años antes (1996), sólo 646 de los 9.260 niños nacidos en Aragón eran de madres solteras (el 6,97%).

Las razones de este cambio de tendencia son varias, según los expertos consultados por 20 minutos. La fundamental es el auge de las parejas de hecho, que dan  a sus miembros beneficios similares a los del matrimonio. En consecuencia, las bodas prácticamente se han estancado, pasando de 5.408 en 1996 a 5.579 en 2006 (un 3,1% más).

Otras razones son la cada vez mayor presencia de mujeres inmigrantes y la evolución de la sociedad. «Las mujeres cada vez tienen más libertad de pensamiento, poder de decisión e independencia económica», apuntan en la Asociación de Madres Solteras de Zaragoza, Amasol.

Esta asociación se fundó hace casi ocho años para reivindicar el derecho de las madres solas a tener una vida en igualdad con otros tipos de familias.

Amasol, con 200 familias asociadas, ofrece a las mujeres apoyo emocional, social y laboral y organiza talleres tanto para las madres como para sus hijos. Además, pone a disposición de las familias un teléfono móvil de información (645 337 323), que funciona de 9 a 21 horas, y   un grupo de voluntarias que ayuda a las mujeres a cuidar puntualmente de sus hijos.

En primera persona

Cristina Beltrán. Madre soltera. 44 años.

«Tenemos que escuchar cosas muy hirientes»

Embarazada de dos meses y tras una «gran decepción» con su pareja, Cristina decidió sacar adelante a su hijo ella sola. La maternidad no ha sido un camino de rosas y Cristina echa en falta ayudas específicas que faciliten a las madres solteras pagar guarderías, comedor escolar o servicios básicos como los aparatos bucodentales o las gafas de sus hijos. Para ella, además, todavía hay prejuicios contra las madres solteras.

«Tenemos que escuchar cosas muy hirientes, como que lo nuestro es una familia coja porque los niños necesitan a un padre, o que cuando decidí tener el hijo sola ya sabía a lo que me exponía. Algunas incluso nos dicen que no nos quejemos, que no tenemos que aguantar a un marido», dice.