Doble discurso independentista: radical en campaña, abierto al pacto en Madrid

Gabriel Rufián, diputado de ERC, en el Congreso de los Diputados.
Gabriel Rufián, diputado de ERC, en el Congreso de los Diputados.
EFE / ZIPI
Gabriel Rufián, diputado de ERC, en el Congreso de los Diputados.

A menos de una semana para unas elecciones autonómicas clave en Cataluña, los partidos independentistas apuran los últimos días para pedir el voto con un doble discurso cada vez más evidente: mientras en los mítines radicalizan sus proclamas y prometen retomar la vía unilateral, sus representantes en Madrid ponen las luces largas, relajan el tono y tratan convencer al Gobierno central de la conveniencia de explorar pactos y celebrar un referéndum legal.

ERC fue la formación que arrancó la precampaña como favorita: a finales de octubre, por ejemplo, una encuesta de GESOP para El Periódico de Catalunya le daba 43-44 escaños, más de veinte por encima de Ciudadanos, que aparecía en segunda plaza (21-22). Sin embargo, el resurgimiento de Puigdemont con Junts per Catalunya –lista en la que se ha diluido el PDeCAT– y la pujanza de la lista de Inés Arrimadas han puesto en cuestión su victoria.

En el bloque independentista, los republicanos arrastran una desventaja en su lucha voto a voto con el expresident: mientras Puigdemont puede hacer campaña a distancia desde Bruselas, ERC sufre el vacío dejado por su cabeza de lista, Oriol Junqueras, en prisión desde noviembre. No sólo eso: la sangría de votos no ha parado desde que sugiriera investir a Marta Rovira. Tanto es así que ERC ha decidido 'esconderla' en la recta final de la campaña.

Además de dar más peso a figuras como la del diputado Gabriel Rufián y la del exconseller Raül Romeva, ERC subraya ahora la promesa de la retomar la unilateralidad para frenar el cuestionamiento de su hoja de ruta por parte de la CUP y el auge de Puigdemont, que reclama la "restitución del president legítimo". Así, el domingo, Antoni Castellà –número 15 de la lista de ERC– avisó de una vuelta a la vía unilateral si el Estado no acepta una negociación bilateral.

De la DUI al pactismo

Lo cierto es que la anterior legislatura en el Parlament catalán concluyó de forma abrupta tras la aplicación del 155 y el fracasado intento de poner en marcha la hoja de ruta unilateral. La declaración de independencia que siguió al 1-O –cuyo resultado oficial, comunicado por el Govern, no obtuvo reconocimiento alguno– fue ignorada por la comunidad internacional. La secesión de Cataluña se proclamó, pero ningún actor le concedió legitimidad.

Así que, quizá por lo inviabilidad de la vía unilateral, los representantes de ERC y PDeCAT en el Congreso de los Diputados optaron este miércoles, en el último Pleno del año, por un tono más conciliador: reivindicaron el acuerdo y la política frente al conflicto, y apostaron en sus intervenciones por pedir al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que no judicialice la situación política catalana y se abra a negociar un referéndum pactado.

Joan Tardà, diputado de ERC, leyó una carta del exvicepresident Junqueras donde el candidato, desde prisión, pide a Rajoy "aceptar" el resultado del 21-D, "respetarlo" e "implementarlo de mutuo acuerdo" con los independentistas catalanes: "Le reclamo que abandone la senda de la judicialización de un conflicto político, que abandone la vía de la represión e inicie el camino de la política", subraya.

"Sepa usted que las diferencias, por muy grandes que sean, deben resolverse dialogando (...). Es imprescindible resolver las diferencias a través del diálogo, con respecto y reconocimiento mutuo. Así lo hemos creído siempre los demócratas, entiendo que usted también", prosigue la misiva de Junqueras, firmada en la prisión de Estremera y que concluye deseando a Rajoy una "feliz navidad en compañía de los suyos".

Apelación al acuerdo y la ley

El portavoz del PDeCAT en la Cámara Baja, Carles Campuzano, pronosticó en la pregunta parlamentaria que hizo a Rajoy este miércoles que "la demanda democrática del referéndum volverá a ganar el 21D", y que, por "sentido común", debería "elevarse a categoría de ley" esa "voluntad de los catalanes de decidir su futuro" a través del "acuerdo político" entre Gobierno central e instituciones catalanas.

No son las únicas señales pactistas emitidas desde el independentismo. El exconseller Josep Rull –ahora número seis en la lista de Junts per Catalunya– sugirió este miércoles, en una conferencia en Barcelona Tribuna, que hay "margen" para celebrar un referéndum "dentro de la Constitución", lo que implicaria hacerlo sin quebrantar la legalidad vigente ni emprender nuevamente la senda unilateral.

Otro antiguo miembro del gabinete de Puigdemont, Carles Mundó, en este caso de ERC, dijo por su parte la semana pasada en RAC1 que "habría entendido" que el president cesado "hubiera convocado elecciones" y, por tanto, no se hubiera llegado a la declaración unilateral de independencia. En lo personal, admitió que no tendrá "ningún disgusto" por "no seguir en un Govern" y que el "cuerpo" no le "pide" repetir como miembro del Ejecutivo catalán.

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