Los nacimientos en España siguen en caída libre y acentúan la crisis demográfica en 2017

Nacimiento de un bebé en la unidad neonatal del Hospital de Guadalajara.
Nacimiento de un bebé en la unidad neonatal del Hospital de Guadalajara.
EUROPA PRESS/SESCAM
Nacimiento de un bebé en la unidad neonatal del Hospital de Guadalajara.

La crisis demográfica se acentúa en España. En el primer semestre de 2017, el número de nacimientos (187.703) fue un 6,3% menor al del mismo periodo del año anterior, mientras que las defunciones (219.835) fueron un 4,5% mayores, según la última estadística oficial del INE, publicada este martes.

El número de nacimientos se sitúa en su cifra más baja desde 1999 (185.222), es decir desde hace 18 años, y sigue una tendencia a la baja mantenida desde el año 2008 (255.062), interrumpida por un leve incremento experimentado en 2014.

Por su parte, el INE explica el incremento en los fallecimientos en la alta mortalidad del pasado mes de enero, que superó en decesos a cualquiera de los eneros de los últimos cuatro años.

El crecimiento vegetativo de la población (la diferencia entre nacimientos y defunciones) volvió a arrojar un saldo negativo en los seis primeros meses del año, una tendencia estrenada en 2015 por primera vez desde que hay datos. En concreto el saldo es de -32.132 personas, una cifra más negativa que la del mismo semestre del año anterior (-10.145) por la particularidad de un exceso de defunciones en enero. Y, además, la mayor desde que existen registros (1941).

El número de nacimientos disminuyó durante la primera mitad del año en todas las comunidades autónomas. Solo aumentó en la ciudad autónoma de Melilla (un 1,2%). Los mayores descensos se producen en Castilla y León (-9,4%), en Castilla la Mancha (-8,2%) y en la Comunidad de Madrid (-7,9%).

Por su parte, las defunciones aumentaron también en todas las comunidades autónomas, siendo los mayores aumentos en Ceuta (11,3%), Aragón (9,3%), La Rioja (7,1%) y Castilla y León (7,05). El saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) fue positivo en tres comunidades (Madrid, Murcia y Baleares), así como en las ciudades de Ceuta y Melilla.

Del primer semestre de 2017 resulta llamativo el descenso del número de matrimonios, un 6,8% menos que en el mismo periodo del año anterior, hasta un total de 68.769. No hay una cifra menor, al menos, desde 2011. La gran mayoría, el 70%, fueron matrimonios civiles, y en algunas provincias como Girona, Barcelona, Álava o Gipuzkoa ese porcentaje asciende al 90%.

La estadística del INE recoge asimismo el movimiento natural del año 2016, datos consolidados, entre los que destaca el incremento de la esperanza media de vida, que sube hasta los 83,1 años, después de haberse reducido levemente en 2015, y la edad media a la maternidad en España, que escala ya hasta los 32 años.

Empleo, conciliación e implicación de los padres

La demógrafa del CSIC Teresa Castro considera que era "esperable" la reducción de los nacimientos dada la tasa de fecundidad española, de las más bajas del mundo, en unas cohortes generacionales en edad reproductiva cada vez más pequeñas y con una coyuntura laboral como la actual.

Castro destaca que los factores detrás del retraso en la maternidad —30,8 años de media para el primer hijo— como en la baja fecundidad —1,34 hijos por mujer— son la falta de trabajo y la situación de precariedad que "desincentivan la decisión de tener un hijo, algo que supone un compromiso a largo plazo".

"Venimos arrastrando el problema mucho tiempo, pero es que las personas jóvenes-adultas en edad reproductiva en una gran parte están en el paro o con empleos muy precarios o con salarios muy bajos. No es que no quieran tener hijos, que en las encuestas dicen que sí quieren, sino que la situación no favorece", asegura Castro.

Para frenar el descenso continuado de la natalidad en España, la experta apunta tres medidas fundamentales: empleo de calidad, conciliación e implicación de los hombres en el cuidado de los hijos. "El primer paso es una situación estable laboral, medidas reales de conciliación, no parches, con permisos iguales e intransferibles para padres y madres, y una educación infantil universal de calidad". Esta fórmula, recuerda Castro, ya se ha implantado en otros países de alrededor. "No es que vaya a subir muchísimo la fecundidad, pero contribuirían a generar un marco en el que la gente se plantease tener hijos", sostiene.

El demógrafo del Centre d'Estudis Demogràfics de la Universidad Autónoma de Barcelona Julián López Colás, por su parte, vincula el fenómeno de un menor número total de nacimientos fundamentalmente a la pirámide poblacional, a unas cohortes de mujeres en edad reproductiva cada vez más pequeñas, dado que el índice de fecundidad, 1,34 hijos por mujer, no cambia en los últimos años. Respecto al mayor volumen de fallecimientos, este experto también lo achaca a que cada vez hay más población mayor y a una mayor mortalidad en los primeros semestres del año. Así como con las muertes poco se puede hacer, admite, con el tema de los nacimientos sí cabrían políticas familiares que incentivaran "no ya el segundo o tercer hijo, sino el primero", asegura.

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