Oumo llegó en abril de este año en patera a España desde Marruecos, procedente de Costa de Marfil. En otra patera, un mes antes, había llegado su hijo Abdramane de cuatro años acompañado por su tía.

Les esperaban destinos alejados. La patera del pequeño fue interceptada por las autoridades, que lo trasladaron a Melilla, donde fue internado en un centro de acogida para menores. Allí no se les permitió verlo ni a su tía ni a su madre.

Oumo, en cambio, tras pasar por el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Algeciras, reside actualmente en una residencia de acogida para migrantes en Jerez de la Frontera.

Desde el primer momento intentó reunirse con su hijo, un encuentro que se ha producido este lunes después de que la Consejería de Bienestar de Melilla haya aprobado su reunificación, ya que los análisis genéticos han confirmado su vínculo, ha informado la organización Women's Link Worldwide, que ha estado apoyando a Oumo en su reivindicación.

"No como, no duermo. Llevo seis meses sin poder hablar con mi hijo. Yo le necesito. No es nada fácil que a una madre le quiten a su hijo. Tengo que recuperarlo, he hecho todo lo que me han pedido, he entregado toda la documentación que tengo y no me dejan ni siquiera hablar con él. Lo único que yo pido es que me devuelvan a mi hijo", denunciaba Oumo en septiembre, pidiendo que se agilizaran las pruebas que permitirían su reunificación.

Pese a que el objetivo de la reunificación se ha logrado, Women's Link Worldwide seguirá adelante con la demanda que presentó ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos contra el Estado español por vulneración de derechos fundamentales.

La prolongada separación de Oumo y su pequeño motivó que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) pidiera explicaciones a España el pasado mes de octubre, solicitando que agilizara los trámites y que el Ejecutivo adoptara, en primer lugar, medidas provisionales para que la madre pueda visitar o hablar por teléfono con su hijo. Esa conversación, por videoconferencia, se produjo el pasado 31 de octubre.

"El Estado español no puede quedarse con los hijos e hijas de las mujeres migrantes por el simple hecho de que se encuentren en situación administrativa irregular. Eso es discriminación y racismo. Oumo está sufriendo y está muy preocupada por no saber cómo está su hijo y porque las autoridades puedan comenzar un proceso de adopción sin su consentimiento", explicaba tras las manifestaciones de Estrasburgo la abogada de Women's Link, Teresa Fernández.