La CUP rechaza suspender la declaración de independencia y podría abandonar el Parlament

Anna Gabriel, en el Parlament tras la comparecencia de Puigdemont.
Anna Gabriel, en el Parlament tras la comparecencia de Puigdemont.
EFE
Anna Gabriel, en el Parlament tras la comparecencia de Puigdemont.

La CUP expresó este martes su rechazo a que la declaración de independencia de Cataluña sea suspendida a la espera de una mediación que no se ha producido y con "un Estado español que no quiere" que se produzca, por lo que advirtió de que "no renuncia" al objetivo de una declaración efectiva y con carácter inmediato.

El portavoz del secretariado nacional de la CUP, Quim Arrufat, anunció que propondrá al Consejo Político de su formación suspender la actividad de sus diputados mientras la declaración de independencia esté suspendida, y aseguró que la confianza en el Govern "ha quedado tocada".

Arrufat advirtió de que, al no haber sido declarada formalmente la independencia y haber quedado suspendida, su confianza en el Govern de JxSí "ha quedado tocada", y pidió que la suspensión tenga un "límite" que ha propuesto sea de un mes.

Arrufat expresó, en una rueda de prensa, la "decepción" y el "desconcierto" que sintió su formación "y mucha gente de Cataluña" por el desarrollo del pleno del Parlament realizado este lunes.

"Hemos vivido una jornada paradójica —subrayó—, porque veníamos a proclamar la república y, quién la ha proclamado es [el presidente del Gobierno español] Mariano Rajoy". "No ha sido el pleno en el que habíamos trabajado con el Govern y con JxSí y que entendíamos que correspondía después del referéndum y de la huelga general del 3 de octubre, pero una hora antes del pleno se han cambiado todos los guiones", según el portavoz del secretariado nacional de la CUP.

"Suspensión de la actividad parlamentaria"

En desacuerdo con lo sucedido, y ante una posible tentación de JxSí de prolongar la legislatura sin haberse producido una declaración de independencia efectiva, Arrufat anunció que trasladará al Consejo Político de la CUP que apruebe "la suspensión de la actividad parlamentaria ordinaria" por parte de su formación.

"Veníamos a hacer el referéndum y a proclamar la república, por lo que no queremos volver a realizar una actividad autonómica en este Parlament", explicó Arrufat, quien puntualizó, sin embargo, que la CUP intentará que "la legislatura no acabe sin aplicar los resultados del referéndum".

Según Arrufat, "siendo partidarios de la mediación, creemos que hoy tocaba declarar la independencia en cumplimiento de la ley del referéndum, porque es el único instrumento para negociar de igual a igual y defendernos de un Estado que está dispuesto a vulnerar sistemáticamente nuestros derechos y libertades".

La CUP aceptaba que JxSí contemplase "un tiempo para aplicar la declaración, pero no suspenderla sin declarar", y esto ha llevado a que "la cadena de confianza haya quedado tocada, no rota pero sí tocada".

En su intervención de posicionamiento de la CUP al discurso de Puigdemont en el Parlament, la diputada Anna Gabriel afirmó que "se ha perdido una ocasión" para proclamar el nacimiento de una república catalana que ponía fin al "régimen del 78" en Cataluña.

Según Gabriel, a la CUP le hubiese gustado un referéndum como el de Quebec o Escocia, "en lugar de tener que hacerlo bajo una ocupación judicial y policial", pero se mostró partidaria de dar el paso de proclamar la independencia "para recuperar los derechos y que se deje de asaltar las instituciones democráticas".

Discurso improvisado

"No ha llegado como queríamos —lamentó—, y por esto hemos tenido que improvisar otra intervención" distinta a la que la CUP tenía previsto hacer inicialmente en esta sesión del Parlament.

"No podemos callar ante hechos suspendidos", advirtió, porque "los resultados del referéndum provocan unos efectos", y recordó que los diputados independentistas han llegado al Parlament "con el apoyo de la gente que quiere construir un nuevo país".

En este punto, Anna Gabriel quiso dejar claro que "nosotros no podemos suspender los efectos de nada, y de hecho nos dicen que vamos a una negociación y mediación, pero ¿con quién, con un Estado que sigue amenazando y desplegando fuerzas policiales y militares, que atiza la violencia de la extrema derecha?".

"Nos encantaría hablar de mediación y diálogo si el Estado abandona la línea de amenazas y suspensiones y emprende un camino de negociación ante un conflicto político", pero la CUP no percibe que se haya producido este cambio de posición,afirmó Gabriel.

"En consecuencia —subrayó—, mantenemos el objetivo, y no tenemos una moral de derrota, sino al contrario, reafirmamos nuestro compromiso de romper el candado del 78 y de un sistema institucional heredado del franquismo".

"Hemos venido a hacer una república abierta al mundo, que quizás les da miedo a los poderosos pero que al resto de ciudadanos les llena de esperanza", añadió, antes de recalcar que "ni nosotros ni mucha gente pensamos renunciar, no hay derrota que valga, empezamos una etapa de lucha, no podemos suspender lo que han expresado más de dos millones de personas".

"Traición inadmisible"

Por su parte, la organización juvenil Arran, que forma parte del entorno de la CUP, fue más lejos en su valoración negativa del discurso de Puigdemont y afirmó que "estamos asistiendo a una traición inadmisible. Hoy Carles Puigdemont frena el mandato popular claro y rotundo del referéndum".

"En el Paseo de Sant Joan se respira rabia e indignación. ¿Millones de personas heridas para esto? No tenéis vergüenza Junts pel Sí", indicaba otro comentario en el perfil de Twitter de Arran.

Finalmente, esta misma organización juvenil invita a que "ahora más que nunca hace falta que continuemos organizados para exigir la aplicación inmediata de la independencia. ¡Que la prudencia no nos haga traidores!".

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