La audiencia de la última edición de Gran Hermano está muy lejos de lo esperado, y este domingo, a causa de la gran atención mediática recibida por el referéndum, sus datos han caído a una de las cifras más bajas de su historia.

La gran triunfadora de la jornada fue La Sexta, que arrasó mañana, tarde y noche con la cobertura de los acontecimientos del 1-O, un seguimiento especial que permitió a la cadena de Atresmedia batir su propio récord con un máximo histórico diario del 17,5% de audiencia.

En el prime time logró liderar con Al rojo vivo especial: Objetivo Cat, que fue seguido por 2.279.000 espectadores y marcó un 15,6% de cuota de pantalla.

La segunda posición de la noche fue Antena 3 con El Peliculón, espacio de cine en el que emitió la comedia española Tenemos que hablar, protagonizada por Hugo Silva y Michelle Jenner. El filme fue visto por 2.027.000 espectadores y consiguió un 11,9% de share.

Como ya sucedió la semana pasada, el cine también se ha hecho con el tercer puesto del ranking. La 1 logró el bronce con Ángeles y demonios. La secuela de El código Da Vinci, también protagonizada por Tom Hanks, logró un 10,2% y 1.703.000 espectadores.

Telecinco quedó en cuarto lugar y constató el mal momento que atraviesa el reality, ya que la audiencia de El Debate de Gran Hermano Revolution quedó muy por debajo de los dos dígitos. El espacio presentado por Jordi González se quedó en un discretísimo 8,2% de cuota al atraer tan solo a 1.040.000 espectadores, una cifra muy lejana a lo que solía ser habitual en otras ediciones de GH.

El programa solo logró superar al programa de Jesús Calleja en Cuatro, y tan solo cuando el espacio de viajes ya había terminado, ya que en estricta competencia el ganador fue Volando voy, que consiguió un 8,1% de share y 1.488.000 espectadores, casi medio millón más que Gran Hermano.