Las zonas más afectadas por el seísmo en México afrontan ahora la amenaza del huracán Max

Residentes del municipio de Juchitán, en el estado mexicno de Oaxaca, duermen a las afueras de sus casas, destruidas por el terremoto del pasado 7 de septiembre.
Residentes del municipio de Juchitán, en el estado mexicno de Oaxaca, duermen a las afueras de sus casas, destruidas por el terremoto del pasado 7 de septiembre.
MARIO ARTURO MARTÍNEZ / EFE
Residentes del municipio de Juchitán, en el estado mexicno de Oaxaca, duermen a las afueras de sus casas, destruidas por el terremoto del pasado 7 de septiembre.

Las zonas más afectadas por el terremoto de 8,2 grados de magnitud en la escala de Richter que hace una semana sacudió el centro y el sur de México, dejando hasta ahora 98 muertos, afrontan ahora la amenaza del huracán Max, que este jueves tocó tierra en el estado de Guerrero.

El secretario de Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete, declaró en una entrevista telefónica con la emisora Radio Fórmula que el impacto del seísmo "se agudizó porque pegó en los dos estados más pobres de México, y ahí está la mayor tasa de informalidad" laboral.

Eso, de acuerdo con el ministro, "significa que la gente que vive en estos municipios afectados no tiene prestaciones, no tiene seguridad social, no tiene trabajo fijo, no tiene acceso a vivienda".

"Al destruírsele su vivienda, el tamaño del daño se tiene que medir en función de que se le acabó todo su patrimonio, se le acabó su historia de vida patrimonial", agregó.

Expuso que muchos damnificados no han aceptado irse a albergues por temor a perder los pocos bienes que lograron salvar.

"Con la lluvia que va a venir en los próximos días en estas zonas de estos estados, Oaxaca y Chiapas, las condiciones pueden cambiar desfavorablemente", alertó Navarrete desde Tuxtla Gutiérrez, capital del estado suroriental de Chiapas.

Control de daños

Al secretario de Trabajo y Previsión Social le correspondió supervisar la cuantificación de los daños en 17 municipios de Chiapas en el despliegue de miembros del Gabinete ordenado por el presidente Enrique Peña Nieto.

A esa cuantificación, que debe terminar esta semana y que constituye la segunda fase de la respuesta gubernamental a las consecuencias del terremoto, seguirá la etapa de reconstrucción, para la cual Peña Nieto ha solicitado el concurso de la iniciativa privada, principalmente las empresas constructoras.

De hecho, el presidente se reunió con el sector empresarial y la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción a fin de coordinar acciones de ayuda a los damnificados.

La primera fase, consistente en la atención de urgencia a la población damnificada, continúa con la llegada de asistencia humanitaria de todo el país, si bien no a la velocidad que requieren los afectados.

Según el ministro Navarrete, la tarea podría verse dificultada aun más por las lluvias que se prevén para los próximos días, asociadas con la llegada del huracán Max.

El ojo de Max, de categoría 1, tocó tierra este jueves en las cercanías del poblado de Pico del Monte, estado sureño de Guerrero, informó el Servicio Meteorológico Nacional.

En Oaxaca se ha registrado la muerte de 78 personas por el seísmo, que se suman a los 16 de Chiapas y 4 de Tabasco (sureste), para un total de 98.

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