Japón es un país en el que el qué dirán y las apariencias tienen mucha importancia. Por ello, es más o menos comprensible que se haya puesto de moda un servicio que en occidente puede sonar extraño: amigos de alquiler para parecer más popular en las fotos de redes sociales.

La cuestión es que muchos jóvenes no quieren que sus familias sepan que tienen pocas amistades. Por ello, recurren a servicios como el que presta la empresa Family Romance.

Según esta compañía, y tal como recoge Gizmodo, cada mes reciben entre 20 y 30 solicitudes. El precio de alquiler es de unos 66 euros por dos horas y amigo. Puedes elegir la edad, el género y hasta la ropa que lleven.

Normalmente, el propósito es mostrarlos en redes sociales como Facebook o Instagram para parecer más popular, pero también se pueden usar como acompañantes en bodas, asistentes a congresos o incluso, como padres falsos para impresionar a una pareja. Además, el amigo falso puede cambiar de ropa en la misma 'sesión' para hacer otras fotos y parecer que has quedado con ellos otro día.